Navegación en riesgo por bajante histórica del río Paraguay
ASUNCIÓN (AP) — El río Paraguay registró el jueves una bajante histórica de su caudal en el puerto de Asunción dejando al borde de la interrupción a la navegación comercial, lo que podría ocasionar pérdidas por unos 100 millones de dólares.
"La mayor preocupación es la provisión de combustible derivado del petróleo que se adquiere en ultramar y llega al depósito (cerca de Asunción) vía fluvial”, dijo Juan Carlos Muñoz, miembro del gremio de navieros.
“Por ahora es aún navegable el río pero cada día será más crítico”, agregó. Paraguay no posee yacimientos petrolíferos por los que todo el combustible es importado.
En el puerto de Asunción el río estaba a 56 centímetros por debajo de su nivel normal.
Esteban Dos Santos, presidente de los empresarios fluviales y marítimos, dijo a The Associated Press que esto “deja al río Paraguay en situación de navegación extrema” y que “el posible colapso, de seguir así, llegaría en unas tres semanas porque a lo largo del río existen pasos muy críticos”.
Por su parte, Oscar Hugo Rodríguez Salcedo, gerente de Observaciones Hidrológicas de la Dirección de Meteorología e Hidrología de Paraguay, dijo a AP que “en el puesto de control de Asunción los datos que tenemos son de 1904” y que “en ese puesto ésta es la mayor bajante registrada”.
Paraguay no posee costas marítimas por lo que los ríos Paraguay y Paraná, compartidos con Argentina, Bolivia y Brasil, lo comunican con el océano Atlántico.
El río Paraguay, que nace en el pantanal, posee 2.600 kilómetros de longitud de los cuales 1.017 kilómetros recorren territorio paraguayo, según la Dirección de Meteorología e Hidrología.
Los pescadores de la zona de Remanso, a unos 22 kilómetros al norte de Asunción, no están capturando las especies más solicitadas por el público consumidor.
“La gente viene a buscar surubí y pacú, principalmente, pero nuestros pescadores no los pescan como antes debido a la bajante”, dijo la vendedora Eulalia Martínez en entrevista con AP.
Comentó que “en nuestra tienda contamos con otras especies menores; surubí y pacú son rentables porque suelen pesar entre tres y seis kilos cada uno. Si se resuelve la veda anticipada, que cada año va de noviembre a enero para permitir la reproducción, estaremos de acuerdo”, explicó hablando en idioma guaraní.
El Senado solicitó al Ministerio del Medio Ambiente un informe sobre el impacto de la reducción del caudal hídrico en la pesca de subsistencia, pero los datos finales aún no se completaron.
En 2020, durante la veda, el gobierno aportó un poco más de un millón de dólares para 4.000 familias que viven de la pesca.
Dos Santos precisó su que gremio “tiene registradas 3.000 barcazas para transporte de productos secos y líquidos, buques de diferentes calados y embarcaciones diversas con bandera paraguaya. En 2020, por una situación similar a la actual, dejamos de hacer negocios con la navegación por unos 300 millones de dólares”.
“Nuestro país cuenta con la flota más grande de la hidrovía Paraguay-Paraná integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay desarrollando su actividad de navegación desde el puerto Cáceres en Brasil hasta Nueva Palmira en Uruguay”, indicó.
El Paraná también sufre una fuerte bajante. A principios de agosto el Instituto Nacional del Agua de Argentina la definió como “la peor desde 1944”. El miércoles, en el puerto de la ciudad de Rosario, tenía un nivel de 48 centímetros, “1,95 metros por debajo del promedio de septiembre desde 1996”, indicó el Instituto.
Nelson Pérez, director de la oficina estatal Hidrología de Paraguay, sostuvo que “necesitamos una lluvia intensa de al menos 200 milímetros en todo el país pero no de una sola vez como un temporal sino una lluvia de 30 milímetros por día, así el río crecerá y también sus afluentes” y recordó que en los años 67, 68, 69, 70 y 71 tuvimos un bajo caudal con una medición de 40 centímetros.
“En noviembre comenzarán a sentirse efectos de La Niña, que traerá más sequía. El pronóstico no es bueno, pero sólo es un pronóstico", dijo.
El Ministerio de Obras Públicas ordenó el dragado del río en puntos críticos para permitir, a la mayor brevedad posible, la navegación de embarcaciones de 10 pies de calado. Actualmente sólo pueden realizar su travesía buques de siete pies de calado.