Máximo jefe militar de EEUU defiende sus llamadas a China
ATENAS, Grecia (AP) — El oficial militar estadounidense de mayor jerarquía dijo el viernes que las llamadas que efectuó a su colega chino durante los últimos meses tempestuosos de la presidencia de Donald Trump se corresponden “perfectamente con los deberes y responsabilidades del puesto”.
En sus primeras declaraciones públicas acerca de las conversaciones, el general Mark Milley dijo que tales llamadas son “de rutina” y que tienen por objeto “dar seguridades a los aliados y adversarios, en este caso para garantizar la estabilidad estratégica”. El jefe del Estado Mayor Conjunto habló con The Associated Press y otro periodista en un viaje con él a Europa.
Milley ha estado en el centro de un escándalo al saberse que efectuó dos llamadas al general Li Zuocheng del Ejército Popular de Liberación para asegurarle que Estados Unidos no iba declararle la guerra repentinamente a China ni atacarla.
Las descripciones de las llamadas efectuadas en octubre pasado y enero están en el libro de próxima aparición “Peril”, de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa del diario Washington Post. Según el libro, Milley le dijo a Li que le advertiría en caso de un ataque.
En sus declaraciones del viernes, Milley defendió brevemente sus llamadas y dijo que profundizará sobre el asunto cuando declare ante el Congreso en una audiencia prevista para las próximas semanas.
“Me parece mejor que reserve mis declaraciones públicas para cuando las haga frente a los legisladores que tienen la responsabilidad legal de supervisar a las fuerzas armadas estadounidenses”, aseguró Milley. “Revelaré todos los detalles que quiera el Congreso en un par de semanas”.
Milley y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, están citados para declarar ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado el 28 de septiembre. El tema original de la audiencia era el retiro de las fuerzas de Afganistán y la caótica evacuación de estadounidenses, afganos y otros del país.
Pero ahora se prevé que Milley enfrentará preguntas difíciles sobre las llamadas telefónicas, realizadas durante los últimos meses de la presidencia de Trump cuando éste cuestionaba el resultado de las elecciones de 2020. La segunda llamada se produjo el 8 de enero, dos días después que una turba violenta asaltó el Capitolio para tratar de impedir que el Congreso certificara la victoria de Joe Biden.