Erin O'Toole: ¿Podrá voltear al gobierno de Justin Trudeau?
TORONTO (AP) — El candidato que podría derrotar al primer ministro Justin Trudeau se describió a sí mismo como un “conservador de pura cepa” el año pasado. Asumió la conducción del Partido Conservador con el compromiso de “recuperar Canadá” y de inmediato se abocó a modernizar el partido corriéndolo hacia el centro.
Algunos afirman que Erin O’Toole, un veterano de las fuerzas armadas que sirvió nueve años en el parlamento, es capaz de decir y hacer cualquier cosa con tal de ser elegido, pero las encuestas indican que los conservadores podrían derrotar el Partido Liberal de Trudeau en las elecciones del lunes.
La estrategia de O’Toole, quien hizo a un lado posturas históricas de su partido en terrenos como el cambio climático, la tenencia de armas y los presupuestos equilibrados, busca atraer votantes de otros sectores. Pero resta por verse si la derecha realmente cree que es el conservador progresista que dice ser.
“O’Toole les dice a sus amigos conservadores lo que va a hacer en realidad y ante los canadienses finge ser algo totalmente diferente”, declaró Trudeau durante un acto de campaña en Montreal el jueves. “Ya sea en lo que se refiere a las armas, al medio ambiente o las vacunas (contra el COVID-19), el señor O’Toole ha estado engañando a los canadienses, no liderando”.
Una victoria conservadora sería un duro revés para Trudeau, de 49 años y quien convocó la elección en medio de la pandemia en la esperanza de reforzar su gobierno minoritario y ahora corre peligro de ser derrotado por un político mucho menos conocido que él.
John Baird, un exministro de relaciones exteriores conservador, dice que O’Toole es todo lo contrario de Trudeau, un dirigente carismático quien salió en la tapa de Rolling Stone y fue entrevistado por Vogue.
“Mucho ruido y pocas nueces”, dijo Baird, aludiendo al líder conservador.
O’Toole se describe a sí mismo como un político conservador distinto, que rechaza la política divisiva, basada en la celebridad. Dice estar a favor del derecho al aborto y de los derechos de la comunidad LGBTQ. En un acto de campaña en Quebec dijo: “Han sido defraudados por todos los partidos, incluido el mío, a veces”.
“Desde que asumí la conducción (del partido), mi prioridad ha sido crear un movimiento conservador en el que todos los canadienses se sientan como en casa: Inclusivo, diverso, progresista, que mira hacia adelante, amigo de los trabajadores”, declaró O’Toole el miércoles. “Ya no somos el Partido Conservador de sus padres”.
Este es un lenguaje muy diferente al que usó O’Toole el año pasado, antes de ser elegido líder del Partido Conservador. Ganó esa contienda con el apoyo de sectores con posturas conservadoras en cuestiones sociales y a favor de la venta de armas, y criticando el centrismo de su principal rival.
Desde entonces, sin embargo, asumió posturas más parecidas a las del candidato que derrotó que a las de un abanderado de la derecha.
Por ejemplo, cambió de posición respecto a las armas, contradiciendo los postulados de la plataforma conservadora que presentó en agosto, y se comprometió a mantener una lista de armas prohibidas de Trudeau. Por otro lado, ahora está a favor de un impuesto al carbono para combatir el cambio climático, algo a lo que su partido siempre se opuso y que él había prometido eliminar.
También suavizó su apoyo a la visión de que se debe permitir que los trabajadores del campo de la salud se nieguen a participar en abortos, eutanasias y otros procedimientos por razones morales o religiosas.
Las fluctuaciones de O’Toole no pasan inadvertidas. “Si hay gente a la que todavía no le gusta alguna postura de O’Toole, no se preocupe”, escribió el columnista Robyn Urback, del Globe and Mail. “Lo único que tiene que hacer es esperar unos minutos”.
Ian Brodie, profesor de la Universidad de Calgary que fue jefe de despacho bajo el gobierno conservador de Stephen Harper, cree que el malestar de los conservadores con Trudeau impedirá que le den la espalda a O’Toole.
“La gente quiere librarse de Trudeau”, sostuvo.
Para el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Toronto Nelson Wiseman, las fluctuaciones de O’Toole no son tan graves, pero lo que sí podría perjudicarlo es el que no exija a los candidatos conservadores que se vacunen contra el COVID-19 y se niegue a decir cuántos no lo han hecho.
“La posición de los conservadores en torno a la vacuna lastima al partido y a O’Toole porque cada vez más gente se molesta con quienes se niegan a ser vacunados”, expresó Wiseman.
Una victoria de O’Toole podría dar a los republicanos de Estados Unidos incentivos para asumir una postura más centrista, según Robert Bothwell, profesor de historia y relaciones internacionales de la Universidad de Toronto.
“Sería un indicio de que si te corres al centro, como siempre hacían los republicanos, te da buenos resultados”, dijo Bothwell.