Jessica Chastain redime a “Tammy Faye”
NUEVA YORK (AP) — En los casi 10 años que le tomó a Jessica Chastain hacer una película sobre la televangelista cristiana Tammy Faye Messner, estudió muchas de las cosas que uno esperaría, horas de imágenes de televisión, así como el documental “The Eyes of Tammy Faye” de Fenton Bailey y Randy Barbato del 2000. Pero una de las fuentes más reveladoras fue un reality casi olvidado de WB de 2002.
Para entonces Messner había caído de las alturas de su fama como televangelista después de escándalos que terminaron con el imperio multimillonario que ella y su esposo Jim Bakker, crearon con la cadena de televisión PTL (“Praise the Lord”). Ahí estaba en “The Surreal Life” junto a celebridades raras como Vanilla Ice y el astro porno Ron Jeremy, viviendo en una mansión de Hollywood Hills por dos semanas.
“Uno piensa ‘¿qué es esto?’ Sé que la pusieron ahí porque pensaron que crearía mucho drama, pero fue algo hermoso de ver”, dijo Chastain. “La veías siendo constantemente quien es, sin juzgar a nadie, pero sino siendo una pastora”.
Lo que resaltó para Chastain, era la fe de Messner. A pesar de lo mucho que cambió la imagen de la televangelista, con sus altos peinados y maquillaje marcado, Messner — cuyo mejor momento fue quizá un show de 1985 en el que habló de VIH con el ministro gay y activista en la lucha contra el sida Steve Pieters — predicaba el amor de Dios para todos. Incluso Vanilla Ice, quien después le compuso una canción.
“Ella simplemente amaba a todos, y amaba sin juicios, y creía que todos merecen la gracia de Dios”, dijo Chastain en una entrevista reciente. “No fui bautizada, pero creo que la cristiandad se trata de eso”.
En “The Eyes of Tammy Faye” (“Los ojos de Tammy Faye”), dirigida por Michael Showalter, que Searchlight Pictures estrena en cines el viernes, Chastain entrega la que quizá es su actuación más ambiciosa hasta el momento. Para la admirada actriz de “The Tree of Life” (“El árbol de la vida”), “Zero Dark Thirty” (“La noche más oscura”) y “The Help” (“Historias cruzadas”), es la primera vez que aborda una biografía que abarca décadas con todos los detalles que conlleva una transformación así, el maquillaje, los prostéticos, el acento. Era un gran proyecto que Chastain ansiaba.
“Hay varias razones por las qué quería hacerlo”, dijo Chastain, quien adquirió los derechos para adaptar el documental de Bailey y Barbato en 2012. “Pero la primera era que era lo que más me asustaba porque era lo que tenía mayores implicaciones”.
Fue durante la gira de prensa de “Zero Dark Thirty” de 2012 que Chastain vio por primera vez en televisión el documental narrado por RuPaul. En ese entonces parecía lo más alegado de su agente de la CIA en la película de Kathryn Bigelow. El documental, que revelaba el lado kitsch de los Bakker, celebraba y parodiaba por igual a Messner, quien murió en 2007 a los 65 años.
En su punto más popular “The PTL Club”, su programa característico, llegó a ser visto en 13 millones de hogares. Sus llamados constantes para donativos de los espectadores ayudaron a aumentar su alcance, incluyendo Heritage USA, un parque temático al estilo Disney en Carolina del Sur.
Pero los escándalos sexuales y financieros terminaron por derrumbar su imperio. Bakker (interpretado por Andrew Garfield en la película) usó fondos de su organización para pagar a una mujer quien afirmaba que Bakker había abusado sexualmente de ella. Bakker lo negó. Fue sentenciado en 1989 por recaudar fondos con falsas promesas al tiempo que desvió millones para pagar el derrochador estilo de vida de la pareja.
Messner, quien pidió el divorcio mientras Bakker estaba en prisión, nunca fue acusada. Pero fue la que se llevó más críticas en público, incluyendo sátiras en “Saturday Night Live”. Chastain la describió como una mujer complicada que fue tratada injustamente.
“Sabía que era importante para mí en términos de género, en términos corregir algo que sentía que los medios habían hecho con ella”, dijo Chastain. “Todos teníamos una memoria colectiva que sentía que no era correcta, incluyéndome a mí”.
“The Eyes of Tammy Faye” es la película más dramática para Showalter, el comediante de “The State” que ha desarrollado una segunda carrera como cineasta. Pero sus películas — “Wet Hot American Summer”, “My Name Is Doris” (“Hola, mi nombre es Doris”), “The Big Sick” (“Un amor inseparable”) — han mezclado en otras ocasiones lo surreal con lo dolorosamente real.
“Me gustan los personajes que están desfasados con el mundo”, dijo Showalter. “Creo que Tammy Faye es realmente persuasiva en esa forma. Ella era esta especie de chiste, pero el tiempo ha sido muy generoso con ella. Hemos podido ver hacia atrás y darnos cuenta que era una persona mucho más auténtica de lo que muchos reconocen”.
La película abarca tres décadas y algunos cambios de estilo muy drásticos. Esto la convirtió en un reto particular para el departamento de maquillaje encabezado por Linda Dowds, no sólo para lograr la evolución física de Messner, sino para mantener los estilos extravagantes sin que fueran exagerados.
“Revisamos las sutilezas y buscábamos que menos fuera más, a pesar de que hay mucho más”, dijo Dowds.
“Hay algunos personajes que usan el maquillaje como una máscara”, agregó Dowds. “Tammy decía que no tenías que ser simplón para ser cristiano. Ella nunca entendió porqué la gente se burlaba de su estilo. Ella decía ‘esta soy yo, esto es lo que me hace feliz, cuando me siento mal me pongo un poco más’”.
La actuación, extravagante y empática, ha puesto inmediatamente a Chastain en la conversación de los Premios de la Academia. Ha estado nominada dos veces antes, pero nunca ha ganado. También amplió un viaje espiritual para Chastain, uno que incluye la película cósmica y existencial de Terence Malick “The Tree of Life”. Los pasajes religiosos, las pinturas de Madonnas y la música de Bach que Malick le dio, los considera un “curso sobre amor con una base espiritual y de fe que nunca había tenido en mi vida”.
Está claro que Chastain siente una conexión particular y protectora con Messner, una mujer incansablemente optimista y al final de cuentas con buen corazón que logró ascender en el mundo predominantemente controlado por hombres de medios exageradamente comerciales. En parte era una ingenua engañada, una víctima inocente, y en parte una colaboradora culpable de su caída.
Lo que Chastain admira más y con lo que probablemente conecta más es con la franqueza de Messner, ella es quien es. Esta actitud es similar a la forma en la que Chastain, quien creció humildemente en Sacramento, California, ha tratado de navegar en la industria cinematográfica. Ha sido una defensora de las mujeres, incluyendo la realización de “The 355” (“Agentes 355”), un thriller de espías con un ensamble encabezado por mujeres. Chastain ayudó a realizarlo como productora cuando se dio cuenta de la falta de una película de acción similar. También es productora de “Tammy Faye”.
“Tammmy Faye se aproximaba a todo con un: Vamos a pasarla bien. Creo que quizá así es como intento tratar de ver las cosas, digo, siempre estoy al pie del cañón”, dijo Chastain, riendo. “Simplemente sé que todo es posible, quizá sólo lo estamos viendo desde el ángulo incorrecto. Quizá no sea posible con una vieja fórmula o con reglas viejas. Así que hagamos algo más y hagámoslo posible”.
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Jake Coyle está en Twitter como: http://twitter.com/jakecoyleAP