Uruguay no quiere regalar puntos contra Bolivia
MONTEVIDEO (AP) — Mermado por las ausencias de sus dos goleadores históricos, Uruguay es puro pragmatismo en este tramo de las eliminatorias de la Copa del Mundo.
En busca de clasificarse a su cuarto Mundial consecutivo, la Celeste se aferra al cuarto lugar y afronta un par de partidos en casa, en los que será imperioso no ceder puntos.
El primero será este domingo ante Bolivia, octava de la tabla. La Verde rescató el jueves un empate 1-1 de local ante Colombia, gracias al agónico gol de Fernando Saucedo, para alcanzar la suma de seis puntos, apenas tres detrás de los uruguayos.
Los cuatro primeros de Sudamérica acceden directamente al Mundial de Qatar el año próximo. El quinto disputará un repechaje intercontinental.
Sin Luis Suárez (baja por lesión) y Edinson Cavani (no cedido por su club), Uruguay se las arregló el jueves para empatar 1-1 contra Perú en Lima. Giorgian De Arrascaeta anotó su primer gol en un partido oficial. Uruguay puso fin a una seguidilla de tres partidos sin anotar, la peor racha por eliminatorias.
“Faltan jugadores importantes”, reconoció el entrenador uruguayo Óscar Tabárez al valorar el punto arañado en Lima. También mencionó las bajas de Facundo Torres y Nicolás de la Cruz.
Uruguay renovó su delantera con Maxi Gómez como benefactor de la creación de circuitos de juego punzantes por cuenta de sus laterales y mediocampistas, y con De Arrascaeta como conductor.
El esquema satisfizo a Tabárez que remarcó el “compromiso y cohesión” de sus jugadores.
Después de enfrentar a Bolivia, Uruguay también será local ante Ecuador, el tercero de la tabla, el jueves próximo.
“Vinimos a conseguir puntos y sabemos que esta situación de jugar tres partidos en ocho días obliga a gestionar el tiempo de permanencia de los jugadores en el campo", dijo Tabárez.
La Celeste desembarcó en Montevideo el viernes para recibir a Bolivia y llega como favorita histórica. De los 20 encuentros disputados por eliminatorias mundialistas se quedó con 10 victorias contra Bolivia, nueve de ellas como local en el estadio Centenario.
“Es un partido de irlo a ganar y no como expresión de deseo... Bolivia nunca nos ganó en Montevideo, pero nada tiene que ver con lo que va a suceder en el partido.... Tenemos que tomar nuestros recaudos y hacer lo necesario para cumplir el objetivo, ganarlo”, comentó Tabárez. "Esto no quiere decir que lo demos por hecho antes, pero es muy probable que nos cueste si es que no lo logramos”.
La del domingo será la primera oportunidad del combinado para jugar en el estadio Campeón del Siglo del club Peñarol, inaugurado en 2016.
“Lo que más va a sorprender es no jugar en el Centenario", advirtió el estratega uruguayo. “Me cuesta la idea de que juguemos en otro lado”.
Bolivia no tira la toalla.
“Seguimos a tres puntos de Colombia y cerca de Chile y Uruguay”, dijo su técnico, el venezolano César Farías. “Es muy pronto para decir que no tenemos ninguna posibilidad, queremos más y tenemos la convicción de sumar en Montevideo".
Los bolivianos no podrán contar con el zaguero Diego Bejarano por una lesión ni con el delantero Carmelo Algarañaz, expulsado en los descuentos ante Colombia. Pero recuperan a los volantes Leonel Justiniano y Henry Vaca, luego que ambos purgaron una fecha de suspensión ante los colombianos.
El partido contará con público por primera vez desde que se declaró la emergencia sanitaria por coronavirus en marzo de 2020. La celeste no juega de local con espectadores desde octubre de 2019. Esta vez se habilitará el ingreso de 15.000 hinchas — el estadio alberga 40.000 espectadores — que acrediten su inmunización con dos dosis.