Desplazamiento sin precedentes en Centroamérica y México
SAN SALVADOR (AP) — La Alta Comisionada Auxiliar para la Protección para los Refugiados (ACNUR), Gillian Triggs, señaló el jueves que Centroamericana y México se enfrentan a una presión sin precedentes a medida que aumenta el número de personas que buscan protección internacional en un momento en el que el acceso al asilo y el territorio se está limitando a través de preocupantes restricciones fronterizas.
“En México, Guatemala y El Salvador he visto la tensión tremenda bajo la que se encuentra la región debido a los crecientes flujos de personas”, dijo Triggs al concluir una gira por la región, según un comunicado de prensa.
La representante de ACNUR expresó su profunda preocupación ante las recientes prácticas restrictivas en fronteras de la región a raíz de las cuales se corre el riesgo de retornar a personas y familias que puedan tener necesidades urgentes de protección a los mismos peligros de los que han huido en sus países de origen en Centroamérica, sin que tengan la oportunidad de que se evalúen y atiendan sus necesidades.
ACNUR ha hecho un llamado al gobierno de Estados Unidos para que ponga fin a las restricciones al asilo relacionadas con la salud pública, bajo la cual se llevan a cabo expulsiones, y para que se restablezcan el derecho a solicitar asilo en ese país.
Triggs dijo que en las conversaciones con personas desplazadas internas, solicitantes de asilo y refugiados escuchó historias de violencia sexual, amenazas de muerte y extorsión en comunidades controladas por pandillas que --a menudo, unidas a las dificultades económicas y a los efectos de cambio climático “han obligado a casi un millón de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras a huir de sus hogares”.
“Escuché a familias que se encontraban entre los miles de personas vulnerables expulsadas a Guatemala, lo cual es especialmente preocupante, sin salvaguardas, estas expulsiones pueden infringir la prohibición internacional de devolución a situaciones de violencia y preocupación”, acotó.
Destacó que México ha pasado de ser predominantemente un país de tránsito a un país de destino para miles de personas solicitantes de asilo y que este año enfrenta a una cifra récord de nuevas solicitudes que podrían superar las 100.000.