El draft de 2018 a la caza de Patrick Mahomes
A la Conferencia Americana le tomó 20 años deshacerse de la dinastía de Tom Brady, únicamente para que Patrick Mahomes tomara la estafeta y llevara a los Chiefs de Kansas City al Super Bowl en dos de sus primeros tres años como titular.
Después de todo, desde 2003 sólo cinco quarterbacks han representado a la AFC en el Super Bowl: Brady, Peyton Manning, Ben Roethlisberger, Joe Flacco y Mahomes.
Y solo parece haber un número capaz de revertir la tendencia: 2018.
Conocido en su momento como el “Draft del Quarterback” — con cinco pasadores reclutados en la primera ronda — el reclutamiento universitario de 2018 finalmente arrojó sus primeros resultados tangibles en 2020, cuando sus tres máximos exponentes, Baker Mayfield (1), Josh Allen (7) y Lamar Jackson (32) lograron sus primeras victorias en playoffs.
Es apenas el primer paso de un recorrido que ha demostrado ser largo y peligroso. Sin embargo, también podría ser el inicio de una era que no se había visto en la Conferencia Americana en 20 años. La de la competitividad.
Mayfield, Allen y Jackson — junto con Ryan Tannehill y los Titans — se han ganado el derecho a establecerse como los principales candidatos a amenazar el reinado que han establecido Mahomes y los Chiefs de Kansas City en los últimos dos años en la Conferencia Americana, y son los únicos equipos hasta el momento que pueden evitar la formación de una dinastía.
Por ahora, las estadísticas favorecen a Mahomes. El astro de los Chiefs tiene récord en su carrera de 7-0 contra Mayfield, Allen y Jackson, incluyendo 2-0 en postemporada. Ambos triunfos en playoffs se dieron en la campaña anterior, cuando Mahomes puso freno a las aspiraciones de Browns y Bills en semanas consecutivas.
Pero ninguna tendencia es irreversible en la NFL. No cuando Tom Brady no está involucrado, al menos.
Mayfield llevó a los Browns el año pasado a su primer triunfo en los playoffs desde 1994 y estuvo peligrosamente cerca de sorprender a los Chiefs en la ronda divisional, en un partido de oportunidades desperdiciadas. Ninguna más importante que no tener del otro lado a Mahomes por una lesión durante buena parte de la segunda mitad.
Después de una brillante temporada de novato, en la que rompió el récord de Peyton Manning de más pases para un quarterback debutante, Mayfield dio un paso atrás para luego recuperarse en 2020 bajo la dirección del nuevo estratega Kevin Stefanski. Rumbo a su cuarta temporada, se le nota más relajado con su condición de líder y quarterback franquicia.
“La experiencia es lo que te enseña", dijo.
Allen, quien firmó un contrato por 258 millones de dólares y seis temporadas hace unas semanas, le dio a Buffalo su primera victoria en la postemporada desde 1995. En la final de Conferencia, sin embargo, Allen y Buffalo lucieron como un equipo inexperto y poco preparado para esos escenarios. La buena noticia para ellos, es que esa es una enfermedad que se cura con el tiempo.
Buffalo ha encontrado en Allen un mariscal de campo fijo, algo que estuvo esperando desde el retiro del legendario Jim Kelly hace 25 años.
“Es surreal encontrarme en esta situación ahora", dijo Allen sobre su nuevo contrato. “Ellos esperan que yo siga haciendo lo que he hecho, y poder llevar a este equipo a varios campeonatos”.
Jackson, por su parte, podría ser el caso más extraño de todos. El dinámico quarterback de los Ravens tiene apenas siete derrotas como titular en la NFL, tres de ellas han llegado por cortesía de Mahomes.
El año pasado, finalmente sonrió en la postemporada con una victoria ante los Titans en la ronda de comodines, pero Jackson y Baltimore retomaron su antigua forma de desaparecer en los partidos de gran magnitud una semana después cuando fueron humillados 17-3 por Buffalo.
Eso, de ninguna manera, significa que Jackson y los Ravens no tengan el potencial para vencer a los Chiefs o a cualquier otro equipo de la NFL. El talento individual y colectivo es irrefutable y, después de todo, lo único que se necesita es un solo triunfo.
De momento, la historia favorece a Mahomes y a los Chiefs, que son favoritos en Las Vegas para llegar al Super Bowl por la Conferencia Americana. Pero la historia se escribe a lo largo de 17 semanas de campaña regular y cuatro de postemporada. No en septiembre.