Perú: ministros de Castillo reciben aprobación del Congreso
LIMA (AP) — El gabinete ministerial del presidente peruano Pedro Castillo logró el viernes la aprobación para seguir en el cargo por parte del Congreso opositor luego de un debate que empezó en la víspera.
Se necesitaba la aprobación de la mitad más uno de los 124 legisladores asistentes. Éstos votaron 73 a favor de la investidura, mientras que 50 en contra. Tras esta decisión de control político, el equipo encabezado por el primer ministro Guido Bellido continuará en funciones.
El presidente Castillo dijo en su cuenta de Twitter “agradezco al pleno del congreso por otorgar el voto de confianza. La búsqueda de consensos nos permitirá gobernar junto con el pueblo y por el desarrollo de políticas públicas con carácter social. Como gobierno del Bicentenario, llegaremos a todos los rincones del Perú”. Los parlamentarios oficialistas se abrazaron y aplaudieron.
Hernando Guerra-García, vocero del partido de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, quien perdió los comicios de junio ante Castillo, dijo en conferencia de prensa que se había “elegido quizá al gabinete más mediocre de la historia republicana” y que su partido Fuerza Popular iba a ser “un muro de contención ante los impulsos totalitarios, ante su improvisación y falta de preparación”.
La solicitud de investidura de los ministros en un parlamento opositor era el primer desafío del gobierno izquierdista en medio de la pandemia de coronavirus, tras un quinquenio inestable en el que Perú tuvo cuatro presidentes y un Congreso disuelto por un mandatario que luego fue destituido.
El primer ministro Bellido, de 41 años y miembro del oficialista partido marxista Perú Libre, presentó el jueves las propuestas centrales de la gestión de Castillo. Lo hizo en un tono conciliador y estuvo ausente una de las principales promesas de la campaña electoral: reescribir la Constitución, tema que ha generado enorme discordia con la oposición.
Bellido anunció un plan para construir un tren de pasajeros y minerales desde el sur de los Andes hasta el Pacífico y la creación de contribuciones por las sobreganancias mineras en los casos donde los precios internacionales hayan aumentado, como en el caso del cobre.
Prometió que el banco estatal, usando sus utilidades, ofrecerá créditos a ciudadanos de aldeas remotas donde los bancos privados no brindan servicios y continuará con una política diseñada en gestiones anteriores para que todo peruano con 18 años reciba una cuenta en el banco estatal. Añadió que se continuará con la vacunación contra el nuevo coronavirus y brindando una pensión de 54 dólares mensuales a los menores cuyos padres murieron a causa de la pandemia. Perú es el país con la mayor tasa global de mortalidad per cápita por coronavirus.
Al inicio de su discurso en la víspera, Bellido saludó a los legisladores en quechua y aimara, dos lenguas oficiales indígenas. El suceso provocó abucheos de los parlamentarios. El viernes Bellido también finalizó su intervención en quechua, su lengua materna, en un suceso no visto antes en ningún primer ministro en un congreso que tiene casi 200 años de existencia.
Los legisladores derechistas habían pedido la cabeza del primer ministro, investigado por la fiscalía por su supuesta simpatía con el grupo terrorista Sendero Luminoso y por presunto lavado de activos, algo que la autoridad ha rechazado. Bellido también era criticado por legisladores de varias tendencias por escribir en el pasado en sus redes sociales frases homofóbicas y machistas.
El legislador centrista Edward Málaga le recordó a Bellido que su gabinete apenas tenía dos ministras entre los 19 puestos y le recordó que el partido marxista Perú Libre no tomaba en cuenta una de las recomendaciones del propio Marx, quien en 1868 en una carta a su amigo Ludwig Kugelmann le dijo que “el progreso social puede medirse exactamente por la posición social de las mujeres”. “Según esta medición, este gabinete sólo tiene un 10% de progreso social”, indicó Málaga.
Los opositores también reclamaban cambiar otros ministros por varias razones que incluyen denuncias policiales, posturas ideológicas y posible falta de experiencia técnica para ejercer el cargo.
Castillo inició su gestión el 28 de julio con la aprobación más baja en comparación con otros presidentes en 20 años. Según la firma Ipsos, el mandatario suma 38% de popularidad.
El gobierno de Castillo finalizará en 2026.