Toma de Helmand por el Talibán, duro golpe para G.Bretaña
LONDRES (AP) — Durante gran parte de los últimos 20 años, las tropas británicas libraron duros combates para impedir que la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, cayera en manos del Talibán.
La confirmación el viernes de que el Talibán había tomado Lashkar Gah, la capital de Helmand, tuvo gran repercusión en Gran Bretaña. La gran mayoría de las 457 bajas británicas ocurrieron en la provincia, donde combatieron junto a las fuerzas estadounidenses y de la OTAN. El complejo Camp Bastion en Helmand fue el cuartel general de las operaciones británicas de 2006 a 2014.
Ante el veloz avance del Talibán, que ya controla alrededor de dos tercios del territorio afgano, se multiplican las preguntas de por qué el Reino Unido no permaneció en el terreno incluso después de la partida de las tropas estadounidenses, prevista para completarse el 11 de septiembre.
Después que el presidente estadounidense Joe Biden anunció los plazos de la partida en abril, Gran Bretaña y otros países de la OTAN también lo hicieron.
El ex ministro de Defensa británico Johnny Mercer, veterano de Afganistán, dijo que Biden cometió un “enorme error”, pero que el Reino Unido no tenía por qué seguir su ejemplo y podría haber obtenido el apoyo de otros aliados de la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad de la OTAN.
“Esta idea de que no podemos actuar unilateralmente y apoyar a las fuerzas de seguridad afganas simplemente no es cierta”, dijo Mercer a la BBC. “Ha faltado voluntad política para apoyar a Afganistán hasta el final, mucha gente va a morir por eso, y para mí es extremadamente humillante”.
El actual secretario de Defensa, Ben Wallace, expresó consternación por la manera como se ha desarrollado la situación, pero dijo que el gobierno no tenía alternativa que seguir a Estados Unidos.
“Cuando Estados Unidos, la nación marco, tomó esa decisión, tal como estábamos configurados, tal como llegamos, significa que también debíamos partir”, dijo por Sky News.
Más de 100.000 efectivos británicos combatieron en Afganistán en las últimas dos décadas, aunque la cifra cayó bruscamente a partir de 2014, cuando terminó la misión de combate de la OTAN. A partir de entonces, entrenaron a las fuerzas afganas y apoyaron una amplia gama de proyectos en educación, salud, crecimiento económico y gobernanza local.
Rory Stewart, un ex secretario de desarrollo internacional británico y respetado autor sobre Afganistán, dijo que el retiro era una “decisión totalmente innecesaria y peligrosa”. Advirtió que habrá millones de refugiados afganos.
“Hemos creado una nueva Siria de la noche a la mañana”, dijo.