El fuego vuelve a región quemada hace dos años en Bolivia
LA PAZ, Bolivia (AP) — El fuego ha vuelto a azotar a la región boliviana que hace dos años sufrió un devastador incendio y redujo a cenizas más de cinco millones de hectáreas en las serranías vecinas a la Amazonía.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que unas 162.000 hectáreas han sido afectadas por los incendios en la región productora de Santa Cruz, al este de La Paz. “Un 90% son pastizales y no es zona boscosa”, expresó.
El funcionario explicó que las poblaciones de Roboré y San Matías -fronterizas con Brasil-son las más afectadas por los incendios. El humo y el fuego están incluso cerca de la carretera, según videos divulgados por las televisoras bolivianas. Las imágenes recordaron los incendios de 2019 en los que no sólo se quemaron pastizales sino que más del 35% fueron bosques de la Chiquitania, serranías intermedias a la Amazonía.
Santa Cruz es el motor agrícola de Bolivia y la región más golpeada por la pandemia de COVID-19. Desde la ciudad se está enviando brigadas médicas para detectar casos y prevenir contagios, dijo el alcalde Santa Cruz, Jhony Fernández.
José Díaz Ruiz, alcalde de Roboré, declaró la zona de desastre en su población para poder usar recursos y luchar contra el fuego. El alcalde explicó que en Roboré el fuego comenzó 10 días atrás y hasta el momento ha consumido 17.800 hectáreas.
Un bombero expresó a la televisora Bolivisión que ven con preocupación que el fuego llegue hacia las áreas más boscosas.
El incendio ha puesto nuevamente en evidencia las diferencias políticas entre el gobierno del presidente Luis Arce -heredero político del expresidente Evo Morales- y Santa Cruz, cuyo gobernador es el opositor Luis Fernando Camacho. La gobernación aún analiza si la región debe ser declarada zona de desastre.
Según los expertos los meses de agosto y septiembre son los más complicados porque durante ese periodo es cuando suelen realizarse más quemas con fines agrícolas para limpiar la tierra y ampliar las áreas de cultivo.
Las autoridades dejaron de emitir permisos legales para las quemas a inicios de agosto.
En 2019 el fuego consumió 5,3 millones de hectáreas.