Velocista bielorrusa dice que abuela le aconsejó no regresar
VARSOVIA, Polonia (AP) — Una velocista bielorrusa que temía represalias en el país tras criticar a sus entrenadores en los Juegos Olímpicos de Tokio, dijo el jueves que su abuela le aconsejó no regresar a Bielorrusia por las informaciones negativas sobre ella en televisión.
Krystsina Tsimanouskaya abandonó los Juegos y llegó a Polonia el miércoles, días después de acusar a las autoridades olímpicas de su país de intentar obligarla a volar de regreso a Bielorrusia, donde su autoritario gobierno persigue sin descanso a sus críticos. En declaraciones a reporteros el jueves, la atleta contó que los funcionarios le dijeron que estaba lesionada y que tenía que irse antes de tiempo, pero ella se negó.
Mientras, en su país, las críticas que realizó a través de las redes sociales sobre la gestión del equipo derivaron en críticas generalizadas en los medios estatales. Su abuela le dijo por teléfono que había reportes de que tenía una enfermedad mental y que era mejor que no regresara.
En una conferencia de prensa el jueves, Tsimanouskaya dio las gracias a todos los que la apoyaron durante el dramático incidente.
“Fue todo el mundo, y esa gente me hace mucho más fuerte", afirmó en Varsovia.
“Quiero decirle a los bielorrusos que no tengan miedo y que si están bajo presión, hablen", agregó.
Polonia le ha concedido una visa por motivos humanitarios. Muchos activistas bielorrusos han huido al país vecino para evitar la brutal represión del gobierno del presidente Alexander Lukashenko.
En una rápida sucesión de acontecimientos que dio a los Juegos tintes de drama internacional, la deportista denunció que funcionarios olímpicos bielorrusos la llevaron por la fuerza al aeropuerto y trataron de hacerla subir a un avión de regreso a su país luego de criticar a los responsables del equipo en redes sociales. Se negó a embarcar y las naciones europeas críticas con Lukashenko le ofrecieron ayuda.
Tsimanouskaya abandonó los Juegos el miércoles vía Viena, una ruta enrevesada que, según las autoridades polacas, se decidió por motivos de seguridad.
El futuro de la velocista, de 24 años, no está claro ni en el plano profesional ni en el personal.
Tsimanouskaya pidió al Comité Olímpico Internacional que investigue la disputa y tiene previsto seguir compitiendo, aunque su principal prioridad ahora es su seguridad, dijo.
Este incidente puso de nuevo el foco sobre el gobierno autoritario de Bielorrusia. La nación registró meses de protestas luego de la reelección para un sexto mandato de Lukashenko, en unos comicios en agosto de 2020 que, según la oposición y Occidente, estuvieron amañados. Las autoridades respondieron a las movilizaciones con una amplia represión que dejó decenas de miles de detenidos y miles más golpeados por la policía.