Nadie quiere hablar sobre Sha’Carri Richardson
TOKIO (AP) — Si creía que ya eran rápidas en la pista, trate de preguntarle a una velocista sobre Sha’Carri Richardson.
Muy pocas de las mujeres que volaron por la ultra rápida pista de atletismo el viernes se atrevieron a comentar el caso de la sprinter estadounidense que se perdió los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio tras ser suspendida por consumo de marihuana.
“Sin comentarios", dijo la jamaiquina Elaine Thompson-Herah, momentos después de fijar el segundo tiempo más rápido en la mañana, de 10.82 segundos, para iniciar la defensa de su título olímpico.
“Sin comentarios", replicó igualmente su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce tras cronometrar 10.84.
“No voy a hablar sobre Sha’Carri”, respondió la nigeriana Blessing Okagbare.
Richardson perdió su título nacional que ganó en el torneo clasificatorio de Estados Unidos, y por ende su plaza en los 100 de los Juegos de Tokio, por el positivo después de la carrera. Recibió una suspensión de 30 días que aún le permitía participar en los relevos olímpicos, pero Estados Unidos declinó convocarla.
Okagbare abundó un poco más.
“No sé cómo eso le pueda servir de ayuda ahora”, dijo. “Sin importar quien esté aquí o no esté, vamos a competir”.
Aparte de Richardson, el tema de discusión fue la pista, diseñada para generar un mejor rendimiento.
Es muy rápida.
Siete atletas cronometraron 11 segundos o bajaron ese tiempo, entre ellas la marfileña Marie-Josée Ta Lou, líder de la primera ronda con un registro de 10.78 segundos.
Como comparación: Apenas dos velocistas bajaron de los 11 segundos en la primera ronda de los Juegos de Río 2016.
Y ojo con el récord olímpico. La marca de 10.62 fue fijada por la extinta Florence Griffith Joyner en Seúl 1988. “Flo-Jo” también ostenta el récord mundial de 10.49.
“No sabría cómo evaluar la pista", dijo Fraser-Pryce. “En base a los tiempos, es una posta muy rápida. En cuanto a cómo yo lo sentí, me pareció bien. Estoy calmada. Me siento con confianza”.