László Cseh se despide de la piscina olímpica sin un oro
TOKIO (AP) — László Cseh aguantó más tiempo que sus rivales Michael Phelps y Ryan Lochte en la piscina. Ahora, le llegó el turno al seis veces medallista olímpico de despedirse.
El húngaro, de 35 años, se retiró el viernes como uno de los mejores nadadores del mundo que nunca subió a lo más alto del podio en unos Juegos.
Aunque estuvo cerca.
La cúspide de la carrera de Cseh coincidió con el dominio de Phelps. En Beijing 2008, Cseh perdió tres veces ante el estadounidense, que estableció récords mundiales en sus victorias en 200 y 400 metros combinados y en 200 metros mariposa en la conquista de sus históricos ocho oros.
“Fue muy divertido competir contra él y me inspiró a ser mejor", dijo Cseh.
Hace cinco años, en Río, tampoco pudo ser. Empató con Phelps y con el sudafricano Chad le Clos por la plata en los 100 metros mariposa por detrás del singapurense Joseph Schooling. Fue la última prueba para Phelps, que se despidió con 28 preseas, 23 de ellas de oro.
Lochte no logró entrar en el equipo de Estados Unidos para Tokio, que habrían sido los quintos Juegos del nadador de 36 años. El húngaro superaba así a sus dos rivales en la piscina.
Cseh nadó por última vez en la final de los 200 metros combinados, 17 años después de su debut olímpico en Atenas. En Hungría, los fanáticos que se pusieron ante el televisor a las 04:00 de la madrugada pudieron ver cómo terminaba séptimo con marca de 1 minuto, 57.68 segundos, 2,68 segundos por detrás del vencedor, el chino Wang Shun.
“Lo siento por mi tiempo, no fue el mejor", dijo. “Traté de dar lo mejor de mí”.
Cseh tenía previsto despedir su carrera el año pasado en Tokio, pero la pandemia del coronavirus demoró los Juegos por un año. Doce meses complicados también en lo personal. Su padre, László Sr., murió en agosto a los 68 años. Él también había sido nadador olímpico dos veces.
Cseh ganó numerosos campeonatos del mundo y de Europa y está contento con las cuatro platas y dos bronces de sus cuatro primeros Juegos.
“Yo sé nadar y nada más", afirmó. “Pero ahora me doy cuenta de que hay otra vida".