Progresistas de EEUU se distancian un poco de Bernie Sanders
WASHINGTON (AP) — Frustrados por la derrota de Bernie Sanders en las primerias demócratas del 2016, sus partidarios aportaron millones de dólares a la agrupación Our Revolution para mantener viva la batalla del sector progresista y preparase para otra contienda presidencial.
Pero tras su nuevo revés en el 2020, Sanders, de 79 años, difícilmente vuelva a postularse a la presidencia. Y la organización replantea su programa.
En lugar de insistir en un “Medicare Para Todos”, el plan de salud con el que Sanders pretende ofrecer un seguro médico estatal universal, o en el Green New Deal para combatir el cambio climático, Our Revolution (Nuestra Revolución) se enfoca en propuestas más modestas que son apoyadas por el presidente Joe Biden. Incluidas una expansión del programa Medicare y una reducción de los subsidios del gobierno a las empresas de combustibles fósiles.
El giro refleja la encrucijada que enfrenta el movimiento progresista. Biden ganó la nominación presidencial el año pasado ofreciendo alternativas centristas a las propuestas más radicales de Sanders. Desde entonces, los candidatos progresistas han sufrido una serie de reveses electorales y enfrentan el desasosiego de los demócratas moderados, que temen que un giro del partido hacia la izquierda les cueste el control del Congreso en las elecciones de mitad de término del año que viene.
Es así que, por primera vez desde el 2016, Sanders ya no es al líder indiscutido de la izquierda estadounidense.
“Tras la campaña de Bernie del 2016, en algunos sentidos la organización era más bien un puente entre dos ciclos electorales”, dijo Joseph Geevarghese, director ejecutivo de Our Revolution, en una entrevista. “Queremos crear algo más permanente... que sea parte del ecosistema del movimiento progresista”.
“Tenemos una visión progresista, pero al mismo tiempo pragmática”, enfatizó.
Sanders, quien encabeza la poderosa comisión presupuestaria del Senado, tiene prohibido trabajar con organizaciones de afuera como Our Revolution, pero muchos de sus principales aliados están muy vinculados con esa agrupación desde su creación en agosto del 2016.
Sanders no quiso hacer declaraciones para este artículo.
A pesar del giro moderado de la organización, sigue promoviendo causas y candidatos progresistas, y tiene muchas cosas en común con Sanders.
Pero Geevarghese dijo que Our Revolution se ha forjado una identidad propia.
“¿Qué si nos identifican con Bernie? Sí. Pero no con el individuo, sino con su pensamiento, y seguimos comprometidos con sus ideas”, expresó.
Geevarghese sostiene que la noción de que los moderados toman fuerza en el Partido Demócrata responde a “unas matemáticas engañosas”. Y asegura que en algunas contiendas electorales importantes los candidatos progresistas apoyados por Our Revolution han ganado terreno.
“Estamos creciendo”, manifestó, “y el establishment debe tomar nota”.
El representante californiano Ro Khanna, miembro del Bloque Progresista de la cámara baja, dice que Our Revolution domina el arte de “los detalles” del proceso legislativo mejor que nadie y que eso le permite “llevar los ideales a la práctica”.
La percepción de Our Revolution ha cambiado también. Inicialmente algunos activistas pensaron que se trataba de una de esas organizaciones que Sanders denuncia constantemente por sus donaciones políticas. Hoy, sin embargo, varias organizaciones progresistas opinan que Our Revolution está ayudando a movilizar las bases, alentadas por la proyección de Sanders en la política nacional.
“Se percibe un cambio real en relación con la visión que tiene el Partido Demócrata respecto a las grandes inversiones, el uso de las herramientas del gobierno para mejorar la vida de la gente, la lucha contra el cambio climático”, comentó Erich Pica, presidente de Friends of the Earth Action. “Our Revolution y el senador Sanders están revitalizando la base progresista, y esa base se está haciendo sentir en el contexto electoral”.
Our Revolution no planea retirar su apoyo a los candidatos progresistas que le hacen frente a figuras moderadas en las primarias demócratas.
“Queremos un partido unido y ello implica que las corrientes mayoritarias de los demócratas tendrán que escuchar nuestras prioridades”, dijo Geevarghese. “No pueden hacer promesas en la campaña y, cuando son elegidos, decir, ‘lo lamento, eso no es viable’”.