Viejo escollo complica acuerdo de armas entre EEUU y Rusia
WASHINGTON (AP) — En sus intentos por encontrar un nuevo enfoque para el control armamentista, es probable que Moscú y Washington se topen pronto con un viejo escollo: la exigencia de Rusia de que Estados Unidos cese de resistirse a limitar sus defensas antimisiles, que los rusos ven como una amenaza a largo plazo y los estadounidenses como un elemento disuasorio de una guerra.
Es probable que el tema aparezca cuando los responsables estadounidenses y rusos inicien el miércoles en Ginebra un diálogo de “estabilidad estratégica”, unas conversaciones que pretenden sentar las bases para un futuro control de armas y reducir el riesgo de una guerra nuclear. Las conversaciones son un área de esperanza ligera en una relación que, por lo demás, se ve empañada por conflictos como ataques con ransomware, la intervención militar rusa en Ucrania y otros asuntos.
No se espera que las sesiones en Ginebra produzcan un avance importante, pero es probable que sí conduzcan a conversaciones adicionales.
La disputa sobre el sistema de defensa antimisiles ha derribado esfuerzos anteriores para ampliar el alcance de las negociaciones de control de armas a fin de incluir más que la categoría tradicional de misiles nucleares “estratégicos” o de largo alcance.
Ahora está entre varios desacuerdos —magnificados por la desconfianza mutua— que es probable que determinen si las dos mayores potencias nucleares del mundo pueden evitar una nueva carrera armamentista.
Lo que está en juego es lo que el presidente Joe Biden ha llamado “armas nuevas, peligrosas y sofisticadas que ahora están entrando en la escena y que reducen los tiempos de respuesta, lo que aumenta las perspectivas de una guerra accidental”.
Biden parecía estar refiriéndose a tecnologías emergentes como las armas hipersónicas, la inteligencia artificial y las armas espaciales, que son objeto de estudio y posible desarrollo no solo por Estados Unidos y Rusia, sino también por China, cuyos rápidos avances militares han complicado el panorama del control internacional de armas.
El presidente de Estados unidos también pudo haberse referido a la búsqueda de armas nucleares exóticas por parte de Rusia, incluido un misil de crucero de propulsión nuclear y con armas atómicas, así como un dron submarino de propulsión nuclear.
Los rusos han dicho que las defensas antimisiles estadounidenses los obligaron a buscar nuevas armas que pudieran evadir esas defensas, y recientemente se ofrecieron a incluirlas en futuras negociaciones de control de armas. Algunos ven ese gesto como una oportunidad para que Washington abandone su oposición a negociar límites a las defensas antimisiles.