Italiano y tico ven diluirse otra vez su sueño olímpico
ICHINOMIYA, Japón (AP) — Un italiano y un costarricense se quejaron amargamente de que un rival anunció recién a último momento que había contraído el COVID-19 y los privó de la posibilidad de entrar en la competencia como sustitutos.
Angelo Bonomelli, primero en la lista de posibles sustitutos si alguno de los clasificados no podía competir, dice que no pudo participar en la justa porque el portugués Frederico Morais esperó hasta el último minuto para informar que su prueba del COVID había dado positivo.
Esto impidió que Bonomelli, o el siguiente competidor de la lista de reservas, el costarricense Carlos Muñoz, pudiesen llegar a Tokio a tiempo para el inicio de la contienda.
Bonomelli declaró a la Associated Press que el Comité Olímpico de Portugal debió haber informado antes acerca de la infección.
“No me parece justo que me priven así de una oportunidad única en la vida”, se lamentó Bonomelli. “Actuaron mal”.
Morais, por su parte, dijo a la AP que pensó que tenía alguna posibilidad de que una nueva prueba diese positivo antes de la justa. Completó diez días de aislamiento, no tenía síntomas y estaba inoculado desde hacía un mes.
“Me esforcé dos años para clasificarme”, dijo Morais. “Fui totalmente transparente. Intenté de todo y esperé hasta el último minuto, en una carrera contra el reloj. Cuando ya vi que no tenía posibilidades, me retiré. Me había ganado un lugar en la justa limpiamente”.
Bonomelli, no obstante, sostiene que Morais debió informar de inmediato acerca de su infección porque pueden pasar semanas antes de que el virus deje el cuerpo de una persona.
Las reglas de los juegos estipulan que si la prueba de COVID-19 de un deportista da positivo, este “debe informarlo de inmediato” a los organismos pertinentes.
Morais no respondió a preguntas de la AP acerca de cuándo había informado acerca del resultado de su prueba.
Morais fue retirado de la competencia el sábado por la mañana, menos de 24 horas antes del inicio de la justa y horas antes del límite para anotar a un sustituto.
La Asociación Internacional de Surf ofreció de inmediato la plaza a Italia, que la rechazó por cuestiones logísticas. Luego la ofreció a Costa Rica, que la aceptó en la esperanza de que el inicio de la competencia fuese demorado y Muñoz tuviese tiempo de llegar cumpliendo con todos los protocolos.
Pero la contienda arrancó según lo programado.
“Es lamentable que Carlos no haya podido llegar al Tokio para las eliminatorias, pero su comité olímpico nacional decidió aceptar la plaza y enviarlo a Tokio consciente de los riesgos”, expresó el director ejecutivo de la AIS.
Muñoz dijo que sorteó una fuerte tormenta para llegar al aeropuerto de Costa Rica y que cuando se aprestaba a subir al avión se enteró de que la AIS no pensaba postergar el inicio de la competencia. Desistió entonces de viajar y dijo que la AIS no había respetado los “valores olímpicos”.
“¡No les importan esos valores”, se quejó el costarricense. “Esta experiencia me destrozó, como ser humano y como deportista”.
Bonomelli dijo que el equipo italiano rechazó la plaza porque no podía llegar pronto a una clínica de pruebas aprobada para los juegos olímpicos. Dijo que debía hacerse la prueba de rigor en Roma antes de viajar a Japón.
Igual que muchos surfistas, Bonomelli es un trotamundos que persigue las mejores olas y vive en Costa Rica, donde, según descubrió, no hay un hospital que cumpla con las reglas del Comité Olímpico Italiano.
Bonomelli dijo que la AIS bien pudo haber postergado el inicio de la contienda, pero decidió no hacerlo.
La AIS, por su parte, afirma que el pedido de Costa Rica de que postergase el inicio de la justa llegó cuando la competencia ya había comenzado, después de la eliminatoria en la que debió haber participado Muñoz.
El nombre de Muñoz estuvo en el tablero durante las dos primeras rondas eliminatorias, pero el tico brillaba por su ausencia.
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Graham Dunbar y Jimmy Golen colaboraron con este despacho.
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Sally Ho está en http://twitter.com/_sallyho