Musulmanes celebran otro Eid al-Adha marcado por la pandemia
EL CAIRO (AP) — Musulmanes de todo el mundo celebraban el martes otra importante festividad del Islam a la sombra de la pandemia del coronavirus y en medio de crecientes preocupaciones por la variante delta, altamente infecciosa.
El Eid al-Adha, o “Fiesta del Sacrificio", se caracteriza por las oraciones comunitarias, las grandes reuniones sociales y, en muchos casos, por el sacrificio de ganado y el reparto de la carne entre los necesitados. Este año, en muchos países la fiesta coincide con la lucha contra la variante delta, identificada por primera vez en India, lo que llevó a algunos a imponer nuevas restricciones o a pedir a la población que evite las grandes multitudes y siga los protocolos de seguridad.
La pandemia también ha pasado factura por segundo año a uno de los pilares sagrados del islam, el hai, cuyos últimos días coinciden con el Eid al-Adha. Frente a los 2,5 millones de fieles de todo el mundo que llegaban a la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudí, antes, la peregrinación quedó drásticamente reducida por el virus.
Este año, 60.000 ciudadanos saudíes, o residentes en el reino, todos ellos vacunados, podrán realizar el haj, evitando que musulmanes procedentes de otros países cumplan con una de las obligaciones del islam.
Indonesia conmemoró un sombrío Eid al-Adha en medio de una devastadora nueva ola de casos de COVID-19 en la nación de mayoría musulmana más poblada del mundo, que prohibió las grandes reuniones e impuso restricciones de viaje más estrictas. El vicepresidente, Ma’ruf Amin, que es también un influyente clérigo, pidió a la población que rece en su casa con su familia.
Se cree que el brote estuvo alimentado por los desplazamientos durante otro feriado, el Eid al-Fitr, en mayo y por la rápida propagación de la variante delta.
En Malasia, las medidas se han endurecido tras un fuerte repunte en las infecciones a pesar del confinamiento decretado en todo el país el 1 de junio. No sé podrá regresar a las localidades natales ni salir del distrito para las celebraciones, y las visitas a otros domicilios y cementerios están también prohibidas.
Los fieles sanos podrán acudir a orar a las mezquitas, pero manteniendo una estricta distancia social y evitando el contacto físico. El sacrificio ritual de animales estará limitado a las mezquitas y a otras zonas autorizadas.
La Organización Mundial de la Salud ha reportado un aumento de las muertes por COVID-19 tras un periodo de descenso. El empeoramiento de la situación se ha atribuido a las bajas tasas de vacunación, a la relajación en el uso de mascarilla y otras precauciones, y a la variante delta.
Las cuarentenas limitarán severamente las festividades del Eid en Sydney y Melbourne, las dos principales ciudades de Australia.
Irán impuso el lunes un confinamiento de una semana en la capital, Teherán, y la región limítrofe mientras el país enfrenta otro brote del virus, reportaron medios estatales. La cuarentena comienza el martes.
Pero no todo el mundo impone nuevas restricciones. En Bangladesh, las autoridades permitieron una pausa de ocho días en su estricto confinamiento para una fiesta que, según los expertos en salud, podría ser peligrosa.
En Egipto, Essam Shaban viajó a su localidad natal, Sohag, en el sur del país, para pasar el Eid al-Adha con su familia. Antes del inicio de la festividad contó que tenía previsto rezar en una mezquita el martes, aunque tomando precauciones como llevar su propia alfombra de oración y usar mascarilla.
En India, donde el Eid comienza el miércoles, eruditos musulmanes han pedido a la población que actúe con moderación y respete los protocolos de salud. Algunos estados han restringido las grandes concentraciones y pidieron a los fieles que celebren en sus casas.
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Periodistas de The Associated Press en todo el mundo contribuyeron a este despacho.
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