CFK apunta contra Macri y fondos buitres por causa Irán
BUENOS AIRES (AP) — La vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner calificó el viernes como “disparate judicial, institucional y político” la acusación en su contra por presunto encubrimiento de los responsables de un ataque terrorista contra un centro comunitario judío en 1994 y la vinculó a una maniobra de persecución política.
La dirigente peronista, que gobernó el país entre 2007 y 2015, expuso durante casi una hora en una audiencia pública convocada por un tribunal que debe resolver si avanza en un juicio oral en una causa iniciada a partir de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman antes de su dudosa muerte en 2015, según la cual ella fue la ideóloga de un plan para garantizar la impunidad de los iraníes señalados como autores del ataque en el que murieron 85 personas.
Según el fiscal --hallado muerto el 18 de enero en su departamento de Buenos Aires de un disparo en la cabeza-- el mecanismo para llevar adelante este propósito fue un acuerdo de cooperación judicial firmado en 2013 por la entonces presidenta e Irán para esclarecer la responsabilidad de ex funcionarios de Teherán en el atentado contra la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA).
El memorando nunca estuvo vigente porque el parlamento iraní no lo convalidó y la justicia argentina lo declaró inconstitucional.
“La idea es demostrar, no ya a partir de planteos jurídicos sino de la más simple lógica, el disparate judicial, institucional y político que es esta acusación”, expresó Fernández de Kirchner al inicio de su exposición. “El memorando tenía un único objetivo: que los acusados del atentado pudieran ser indagados”.
La vicepresidenta luego desarrolló ante los miembros del tribunal los argumentos por los cuales solicitó la nulidad de la causa, entre ellos la supuesta “parcialidad” de los jueces que intervinieron en el proceso en convivencia con su sucesor Mauricio Macri (20015-2019).
Fernández de Kirchner echó mano de una serie de encuentros privados que mantuvo el ex mandatario con dos miembros del máximo tribunal penal del país, quienes en 2016 ordenaron la reapertura de la causa de Nisman contra ella y que un juez de primera instancia había desestimado un año antes.
“Mientras hablaban de la independencia del Poder Judicial, Macri iba a jugar al tenis con (el juez Mariano) Borinsky ¿Alguien piensa que ese juez puede ser imparcial contra Cristina Fernández de Kirchner?”, planteó. “¿En serio que quieren hacernos creer que estas causas son legítimas? Nunca vi algo así de ilegal, los mismos jueces involucrados”.
El otro magistrado involucrado es Gustavo Hornos, que según un libro de audiencias se entrevistó en varias ocasiones con Macri en Casa de Gobierno. Ambas visitas son objeto de una investigación judicial.
Por otra parte, Fernández de Kirchner volvió a apuntar contra los fondos de inversión que litigaron contra Argentina durante su gobierno por la deuda en cesación de pagos de estar detrás de las múltiples causas judiciales en su contra.
“Cuando uno ve todo lo que pasó, se pregunta si fue solamente para perseguir a los opositores políticos...hubo otras cosas. Me quisieron doblar la mano durante años para que les pagara cualquier cosa y me negué”, denunció. “Todo está armado para denostarnos a nosotros y que el pueblo argentino vuelva a entregarse débilmente a lo que siempre hicieron desde afuera: dominarnos a través de la deuda. Esto es lo que pasa con el memorando de Irán”.