EEUU: Incendio amenaza zona devastada por otro siniestro
PULGA, California, EE.UU. (AP) — Un incendio que estalló cerca del foco del incendio forestal más fatal en la historia reciente de Estados Unidos se alejaba de viviendas el jueves, pero los sobrevivientes del siniestro de 2018 en el pueblo de Paradise temen que se repita el desastre.
El incendio Dixie ha devorado 9 kilómetros cuadrados (3,5 millas cuadradas) de maleza y árboles cerca del área del Feather River Canyon en el condado Butte y avanzaba hacia tierras de bosque nacional en el vecino condado Plumas.
Sin embargo, no existía contención y las autoridades mantuvieron en vigor una alerta para que los residentes de las pequeñas comunidades de Pulga y Concow se mantengan listos para evacuar.
En sus horas iniciales, el incendio avanzó a lo largo de terreno empinado y poco accesible a unos 16 kilómetros (10 millas) de Paradise, un pueblo que fue virtualmente incinerado por el incendio Camp, que mató a 85 personas.
Larry Peterson, cuya casa en el vecino pueblo de Magalia sobrevivió el incendio de 2018, dijo que algunos de sus vecinos estaban juntando sus pertenencias para el caso de que tengan que huir.
“Cada vez que hay un incendio después de lo que pasamos, y otro se acerca, uno tiene que estar preocupado”, le dijo a KHSL-TV.
Otros residentes se abastecieron de agua y otros suministros.
“Básicamente nos fuimos con la ropa que llevábamos” durante el incendio previo, dijo Jennifer Younie, de Paradise. “Así que esta vez estamos tratando de estar más preparados y atentos”.
En el sur de Oregon, el Bootleg, el mayor incendio forestal que arde actualmente en Estados Unidos, cubría más de 919 kilómetros cuadrados (355 millas cuadradas) el jueves por la mañana luego de un día de crecimiento explosivo. Veintiún viviendas han sido destruidas y otras 1.900 seguían amenazadas en el área del Bosque Nacional Fremont-Winema apenas al norte de California, que sufre de una sequía de proporciones históricas.
“Este incendio va a seguir creciendo, la sequía extrema de la vegetación y del clima no nos ayudan”, dijo Joe Hessel, comandante del servicio forestal de Oregon.