Venezuela: Desarticulan importante banda criminal
CARACAS (AP) — Las autoridades confirmaron el sábado el fallecimiento de casi dos docenas de delincuentes, tres policías y un sargento de la Guardia Nacional en un operativo de seguridad para desarticular una de las mayores bandas delictivas de Venezuela.
Miles de funcionarios de seguridad tomaron parte en la operación en varias de las más peligrosas barriadas de Caracas, desde donde ha operado por años ese grupo.
Luego de 70 horas de sangrientos enfrentamientos entre los delincuentes y una fuerza combinada de 2.400 funcionarios —entre ellos 1.200 policías, 330 agentes del cuerpo nacional de detectives y 600 efectivos de la Guardia Nacional-- fueron “neutralizados 22 delincuentes”, dijo la ministra de Interior y Justicia, la almirante en jefe Carmen Meléndez, en una declaración transmitida por la televisión nacional.
De los fallecidos descritos por las autoridades como “criminales”, todavía restan diez por identificar, señaló Meléndez.
“No vamos a descansar hasta tener 100% liberadas” las barriadas del país “que han sido víctimas de estos grupos delincuenciales”, afirmó la alta funcionaria. Se desconoce el paradero de los cabecillas de la banda.
El jueves, el gobierno ofreció recompensas de hasta 500.000 dólares a quienes colaboren con las autoridades en la captura de Carlos Luis Revete, alias “Koki”; Garbis Ochoa Ruiz, alias “El Galvis”, y Carlos Calderón, alias “Vampi”. Contra otros seis miembros de la banda, la recompensa oscilaba entre los 20.000 y 50.000 dólares.
Las acciones de los cuerpos de seguridad y el anuncio de las recompensas se produjeron semanas después de que miembros de la llamada banda de “El Koki” dispararan continuamente ráfagas al aire y contra transeúntes y vehículos, en ocasiones en rechazo a cualquier acción policial contra otras organizaciones criminales. También por la esporádica presencia de policías en las cercanías de las barriadas de la avenida conocida como la Cota 905, una zona montañosa tamizada de casuchas construidas en su mayoría con materiales de desechos en el oeste de Caracas, según las autoridades.
Desde el 7 de julio se contabilizan, además, 28 personas heridas de bala, muchas de ellas transeúntes “inocentes” en zonas alejadas de los enfrentamientos, acotó Meléndez.
Los miembros de la banda, además de cometer fechorías, han atacado a los miembros de los cuerpos de seguridad que se acercan a las barriadas que les sirven como su fortín y disparado contra urbanizaciones cercanas con la intención de forzar el repliegue de los agentes de seguridad.
La zona de influencia de la banda en meses recientes se ha extendido a las parroquias cercanas de La Vega, El Paraíso y El Cementerio. De acuerdo con informes de prensa, la banda opera desde 2014.
“Vamos a mantener 34 puntos de seguridad y atención” en la Cota 905 y otros sectores de influencia de la banda, anunció la ministra, destacando que en el operativo policial se localizó un laboratorio de procesamiento de drogas y 20 kilos de pasta base de cocaína.
Además, agregó, se incautaron 2.000 cartuchos calibre 50, 18.000 cartuchos calibre 7,62x39, un lanzacohetes Carl Gustaf, calibre 84 mm, un lanzacohetes antitanque RPG-7 portátil, 6 fusiles R15 calibre 5,56 y 8 fusiles, marca Galil, calibre 7,62x51, entre otros pertrechos.
Al menos 37 viviendas fueron abandonadas por los delincuentes, se informó. También algunas otras personas han optado por abandonar temporalmente sus hogares hasta que cesen los disparos que todavía en la noche del viernes se escuchan esporádicamente en la zona.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, que acompañó a Meléndez, afirmó que acciones recientes de bandas como la de “El Koki” serían parte de un complot para desestabilizar el gobierno socialista y que esos delincuentes tendrían supuestos vínculos con algunos líderes de la oposición local y los gobiernos de Bogotá y Washington.
Los adversarios de Maduro han rechazado las acusaciones y sostienen que las bandas criminales en Venezuela se han fortalecido por el fracaso de políticas de seguridad pública del gobierno, entre las que se incluyó el retiro de las fuerzas policiales en sectores peligrosos para promover el desarme voluntario de los delincuentes.
El líder opositor Juan Guaidó catalogó las acusaciones de “excusas” que apelan a "libretos repetidos”, resaltando que desde el 2015 se han denunciado las consecuencias de las “zonas de paz”, como las autoridades denominan los sectores donde agentes policiales no realizan operativos con el objetivo que las bandas a cambio cesen sus actividades criminales.