Guillermo y Enrique develan estatua de la princesa Diana
LONDRES (AP) — Los príncipes Guillermo y Enrique hicieron a un lado sus diferencias el jueves para develar una estatua de la princesa Diana, cimentando el lugar de su fallecida madre en la historia de la realeza para conmemorar el que habría sido su 60 cumpleaños.
Los tres hermanos de Diana acompañaron a los príncipes en la ceremonia privada en el Jardín Hundido del Palacio de Kensington en Londres, un lugar donde la princesa solía encontrar consuelo. Es la segunda ocasión en la que los hermanos aparecen juntos en público desde que Enrique renunció a sus deberes reales hace más de un año.
La estatua, que muestra a una Diana inmortal rodeada de tres niños, fue comisionada por los hermanos en 2017. El estilo de su vestido fue pensado para evocar el último periodo de su vida, cuando tenía mayor confianza en su trabajo humanitario.
“Hoy, en el que habría sido el cumpleaños 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fortaleza y carácter, cualidades que la hicieron una fuerza para el bien en el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor”, dijeron Guillermo y Enrique en una declaración conjunta. “Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”.
La estatua es “inmensamente significativa” porque subraya los esfuerzos de los hermanos por retratar a Diana como alguien que se conectaba con la gente y que modernizó la monarquía, dijo Robert Lacey, historiador y autor de “Battle of Brothers: William, Harry and the Inside Story of a Family in Tumult” (un libro sobre la relación a veces tensas de estos hermanos). Los tradicionalistas han criticado a Diana por socavar siglos de tradición.
“Las estatuas no son populares, ni están de moda, ni siquiera son cosas políticamente correctas en estos días”, dijo Lacey. “Así que el hecho de que Diana, una vez rebelde, la paria real, esté siendo elevada con su propio pedestal y posición... dice mucho sobre la forma en que la monarquía británica avanza y seguirá avanzando”.
Los observadores de la realeza, que esperaban que la ceremonia de develación arrojara alguna luz sobre el estado de la relación distanciada de Guillermo y Enrique, seguramente se decepcionaron. En videos divulgados después del evento se puede ver a los hermanos entrando al jardín juntos antes de hablar con familiares y tirar de dos lazos para remover la capa que cubría la estatua.
En su única otra aparición reciente juntos, los príncipes parecieron charlar amablemente después del funeral de su abuelo, el príncipe Felipe. Pero reportes posteriores indicaron que hubo pocos avances para aliviar la brecha.
Los lazos entre los hermanos se han fracturado dolorosamente en meses recientes. Guillermo defendió a la familia real de acusaciones de racismo e insensibilidad hechas por Enrique y su esposa Meghan desde su nueva residencia en el sur de California.
Enrique renunció a sus deberes reales el año pasado y se mudó con su familia a Estados Unidos en busca de una vida más tranquila que pudiera controlar más. Guillermo ha continuado con su vida en la realeza y las exigencias interminables que acompañan ese papel como segundo en la línea de sucesión al trono.
La relación se tornó más tensa en marzo cuando Enrique y Meghan dieron una entrevista a la presentadora de TV estadounidense Oprah Winfrey.
Enrique confirmó rumores de que se había distanciado de su hermano al decir que la relación es “espaciada” en ese momento. Aunque agregó: “El tiempo lo cura todo, esperemos”. Enrique también dijo a Winfrey que su padre, el príncipe Carlos, no le respondió llamadas telefónicas por un tiempo.
La pareja reveló que antes del nacimiento de su primogénito, un miembro no identificado de la familia real expresó preocupación sobre qué tan oscura sería su piel. Días después de la transmisión, Guillermo respondió preguntas de la prensa y declaró: “No somos para nada una familia racista”.
La memoria de Diana es algo que seguirá uniendo a los príncipes.
Tanto William como Harry buscan controlar la forma en que se retrata a su madre, destacando su filantropía y su toque común mientras descartan las controversias, dijo el historiador Ed Owens, autor de “The Family Firm: Monarchy, Mass Media and the British Public 1932-1953”, que examina la estrategia de relaciones públicas de la familia real.
“Creo que ambos comparten una ... visión común de Diana, que ambos buscan promover”, dijo Owens. “La reimaginación de Diana que está ocurriendo a través de los príncipes en este momento es completamente complementaria. Y creo que, por el bien del evento del jueves, lo pasado quedará en el pasado”.
Aquellos conmovidos por la vida de la maestra de preescolar convertida en princesa la han recordado antes del cumpleaños, describiéndola como una rebelde real que dejó una marca perdurable en la Casa de Windsor.
No muy lejos de la nueva estatua, el fan de Diana Abdul Daoud ha consagrado la memoria de la princesa en su Café Diana, abierto en 1989.
Las paredes del café están llenas de fotografías de la princesa. Ahí está con la Madre Teresa, o con un ramo de flores, o con su tiara.
Daoud quiere que la gente recuerde la belleza y la bondad de Diana, que solía ir por capuchinos.
Como sabía que a Diana le gustaban los lirios, Daoud envió flores para celebrar su natalicio. Una de sus posesiones más preciadas es una carta de agradecimiento que alguna vez ella le envió.
Por estos días celebra el cumpleaños de la princesa a su manera, yendo al Palacio de Kensington para colocar lirios en las puertas de la que fuera su residencia.
“Es mi deber, mi deber siempre ha sido mantener su legado”, dijo Daoud sobre las buenas obras de Diana y su bondad. “Quiero ayudar a que la gente la recuerde... de la mejor manera que me gusta recordarla”.