Lucha territorial de bandas desata ataques en México
CIUDAD VICTORIA, México (AP) — Dos facciones de una organización criminal que buscaban generar terror entre la población para tomar el control de un territorio cercano a la frontera con Estados Unidos fue el móvil de los ataques que ocurrieron el fin de semana en Reynosa y dejaron 19 fallecidos, revelaron investigaciones de la Fiscalía estatal.
A tres días de los ataques, las pesquisas apuntan a que fueron realizados por dos facciones del cartel del Golfo, Los Escorpiones y Los Ciclones, que se unieron para “desestabilizar" y "obtener territorio en Reynosa”, donde opera una tercera facción de esa organización conocida como Los Metros, afirmó el martes Irving Barrios Mojica, fiscal general de Tamaulipas. Agregó a la emisora local Radio Fórmula que a los delincuentes les interesaba un área donde hay intercambio de mercancías entre México y Estados Unidos, próxima al puente internacional Pharr que comunica Reynosa con Texas.
Las facciones de Los Escorpiones y Los Ciclones operan en los municipios norteños de Río Bravo y Matamoros, del estado de Tamaulipas, mientras que Los Metros se concentran en la zona cercana al puente Pharr, precisó el fiscal.
Reynosa, con más de 600.000 habitantes, se mantenía el martes con escasa actividad comercial y presencia de pobladores en las calles. Algunos habitantes, que hablaron con la AP en condición de anonimato por temor a represalias de los grupos delictivos, indicaron que la mayoría de los comercios y restaurantes no estaban operando o abrían por pocas horas y cerraban al anochecer para proteger a sus empleados.
“Hay incertidumbre porque no hay certeza qué es lo que está sucediendo”, precisó un poblador que se quejó de que las autoridades hasta el momento no han ofrecido un parte oficial de los hechos.
La localidad fronteriza es escenario habitual de actos de violencia vinculada al crimen organizado y punto estratégico de los tráficos ilegales. En esa región opera el Cártel del Golfo, que tiene en su seno distintos grupos que luchan entre sí para controlar territorios clave para el tránsito de drogas y migrantes.
Los delincuentes, que se desplazaban en tres vehículos, ingresaron a la colonia Bienestar de Reynosa el pasado sábado a las 12:30 de la tarde y poco después se le unieron otros criminales que iban en tres vehículos y emprendieron un recorrido que incluyó las colonias de Almaguer, Fidel Velázquez, Lampacitos y Unidad Obrera, relató Barrios Mojica.
“Entraron disparando a diestra y siniestra por todos lados… se metieron a robar tiendas, ingresaron a un taller mecánico, les quitaron los teléfonos, se robaron unos vehículos”, acotó.
En los ataques contra la población civil fallecieron 15 personas.
El fiscal dijo que elementos de la policía estatal arribaron unos 20 minutos después y agregó que se está investigando por qué en ese momento no fue desarticulado el primer grupo de delincuentes que “era relativamente pequeño”, y que luego creció cuando se le sumó el otro grupo. Las fuerzas policiales tuvieron dos enfrentamientos armados con los atacantes en los que resultaron muertos cuatro presuntos delincuentes y quinto quedó herido y está bajo custodia.
Horas después, Barrios Mojica dijo en conferencia de prensa que se habían incautado cinco armas largas, algunas de ellas rifles AR-15; cuatro fornituras; cargadores de calibre .223, y cuatro vehículos. Asimismo fueron recolectados alrededor de 180 casquillos.
Los tiroteos provocaron la movilización del Ejército, la Guardia Nacional, la policía estatal y la fiscalía del estado, que se desplegaron por toda la ciudad, pero según el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, una ONG presente en la región, falló la coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad.
Según los testimonios recabados por este colectivo “durante más de una hora se generaron angustiosos llamados de auxilio ... y ninguna autoridad respondió oportunamente”.
La fiscalía federal de México asumió las investigaciones del caso junto con la fiscalía del estado de Tamaulipas.
Los eventos de Reynosa ocurren en medio de crecientes cuestionamientos contra las políticas de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien luego de tres años en el poder sostiene que sus acciones contra la delincuencia, que se sustenta bajo el lema de “abrazos, no balazos”, han sido más efectivas y menos violentas que en administraciones pasadas.
Analistas y opositores refieren que el gobierno no tiene un plan de seguridad definido y solo aplica acciones aisladas que no han contribuido a resolver el problema mientras las organizaciones criminales y los carteles de droga han ampliado sus áreas de control.
En los primeros cinco meses del año los delitos federales bajaron 27,2%, en comparación con igual período del 2019, dijo el lunes la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien agregó que entre enero y mayo hubo una disminución de 2,9% en los homicidios dolosos, respecto al mismo período del año pasado, que alcanzaron un total de 14.243 casos.