Gobierno español indulta a 9 separatistas catalanes
MADRID (AP) — Nueve dirigentes separatistas catalanes presos por sedición anticipaban su libertad tras el indulto otorgado el martes por el consejo de ministros que el presidente Pedro Sánchez calificó de muy necesario para la reconciliación en el inquieto noreste del país.
“El gobierno ha tomado la decisión porque es la mejor para Cataluña y la mejor para España”, dijo Sánchez en un breve discurso televisado. “Esperamos abrir una nueva etapa de diálogo y tender nuevos puentes de concordia”.
El exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, condenado en 2019 a 13 años de prisión por sedición y malversación de fondos públicos, saldrá en libertad junto con sus compañeros luego de tres años y medio tras de las rejas.
Los otros ocho incluyen a exmiembros del gabinete catalán, el expresidente del Parlamento catalán y dos líderes de grupos separatistas de la sociedad civil que habían recibido condenas que iban de nueve a 12 años.
Los indultos anularon los años restantes de las condenas, pero se mantuvo la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Un alto funcionario del gobierno nacional dijo que los separatistas probablemente quedarán en libertad el miércoles, una vez que el rey Felipe VI firme los indultos y se publiquen en la gaceta oficial. El funcionario habló bajo la condición reglamentaria de anonimato.
El gobierno dijo que se pueden revocar los indultos si los beneficiarios intentan liderar otro intento separatista.
“Esta medida de gracia no exige que los beneficiados por ella deban cambiar sus ideas”, dijo Sánchez. “De hecho, estas personas no fueron sancionadas por sus ideas, sino por sus actos contrarios a la legalidad democrática”.
Los indultos no incluyen al expresidente catalán Carles Puigdemont y otros dirigentes separatistas que huyeron de España tras el fracaso del intento de secesión.
El mandatario regional Pere Aragonès dijo que al conceder los indultos, el gobierno reconoció lo injusto del enjuiciamiento de los separatistas, pero que la medida excluyó a muchos otros catalanes como Puigdemont y otros que huyeron al exterior.
“Es la hora de la amnistía y la autodeterminación”, dijo Aragonès en un discurso televisado, acompañado por sus ministros. “Es hora de acordar un referendo sobre la independencia”.
El gobierno español se ha negado a estudiar la posibilidad de un referendo sobre la independencia. En cambio, espera encontrar una nueva fórmula para la autodeterminación de una región próspera que ya goza de amplios poderes.
La derecha española y varios sectores de la izquierda se oponen a la medida, lo que supone una arriesgada apuesta política para el socialista Sánchez.
Pero su coalición de izquierda en minoría necesita el voto de los legisladores catalanes para aprobar presupuestos y leyes importantes. Y el jefe del gobierno insiste que la intransigencia e inacción de gobiernos anteriores de derechas no resolvieron el conflicto, que siguió profundizándose.
Con esta medida se saca a nueve personas de la cárcel a nueve personas, pero se suman millones a la coexistencia, dijo Sánchez el lunes en Barcelona, la capital regional, en un discurso en que anunció los indultos.
El principal organismo europeo de derechos humanos, el Consejo de Europa, respaldó los indultos en una resolución aprobada el lunes por la noche. Pero las recomendaciones no vinculantes criticaron a España por cercenar la libertad de expresión de los políticos catalanes. El Ministerio del Exterior español respondió que los separatistas fueron condenados por los tribunales por violar leyes, no por expresar su deseo de independencia.
Las tensiones provocadas por el deseo de secesión catalana, una región de 7,5 millones de habitantes, aumentaron bruscamente hace una década en medio de las penurias de la recesión y el malestar con un gobierno de derecha que se oponía a otorgar una mayor autonomía.
En octubre de 2017 los separatistas aprobaron una declaración unilateral de independencia basada en los resultados de un referendo declarado ilegal por los tribunales. Los unionistas boicotearon la votación y el gobierno trató de impedirla por medio de la represión policial.
Ahora, Sánchez espera que el indulto recupere la confianza de algunos catalanes que se pasaron al bando separatista en los últimos años. El respaldo de los votantes catalanes está dividido a la mitad entre secesionistas y los que quieren mantener la unión.