CONCACAF: Panamá, El Salvador y Canadá pasan a octagonal
Panamá, El Salvador y Canadá sellaron el martes sus pasajes al octagonal final de las eliminatorias de la CONCACAF al Mundial de Qatar.
Mientras que Panamá avanzó al conseguir un sufrido empate sin goles como visitante ante Curazao, El Salvador aseguró el boleto al imponerse a San Cristóbal y Nieves 2-0 y Canadá hizo lo propio al golear a Haití 3-0, respectivamente, en los choques de vuelta.
La victoria canadiense se propició tras un inaudito gol en contra del arquero haitiano Josué Duverger. En el primer minuto de la segunda parte, Duverger midió mal el balón que su compañero Kevin LaFrance le cedió para despejar, cometiendo dos errores en la acción, la primera al permitir que el esférico se colara entre sus piernas y luego sin poder conectarlo al tratar de puntearlo al borde de la raya de gol.
Canadá, Panamá y El Salvador se suman a la ronda decisiva en la que esperan México, Estados Unidos, Costa Rica, Honduras y Jamaica, y que clasificará a los tres primeros a la cita mundialista y dará al cuarto el boleto a un repechaje intercontinental. El formato del hexagonal tradicional se extendió de seis equipos y diez partidos a ocho equipos y 14 partidos, en cambios derivados por la pandemia del nuevo coronavirus.
Para Panamá, que disputó su primera Copa del Mundo en Rusia en 2018, será la tercera vez consecutiva que estará en una ronda final. La última participación en esa etapa de El Salvador y Canadá se remontan a las eliminatorias de los mundiales de Sudáfrica 2010 y Francia 1998, respectivamente. El Salvador no va a un Mundial desde 1982, mientras que Canadá desde 1986.
En lo que fue su partido 100 en eliminatorias mundialistas, Panamá sacó un angustioso empate a cero para avanzar gracias a su victoria en el duelo de ida por 2-1 conseguida el sábado.
El portero Eloy Room le atajó un penal al centrocampista panameño Édgar Bárcenas a los 57 minutos, lo que generó un estallido de alegría en las tribunas del Estadio Ergilio Hato de césped artificial. La máxima pena se produjo por una mano de Michael Maria en el área tras centro, en lo que fue la jugada más importante en el partido hasta entonces.
“Objetivo conseguido”, tuiteó Bárcenas después del partido. “En lo personal triste por el fallo de hoy. Es cierto que puse a temblar a más de 4 millones de personas, pero el equipo me arropó en todo momento y con eso me quedo”.
Panamá se comió las uñas a los 73 cuando un centro de Kenji Gorré no pudo ser conectado por Leandro Bacuna con el arco a su disposición. Posteriormente, a los 82, un remate en el área de Anthony van den Hurk a pase de Jurien Gaari pegó en el larguero horizontal para suerte de Panamá, cuyo arquero Luis Mejía se había notado algo titubeante en algunas salidas.
Tras el partido, los jugadores de Curazao —un territorio autónomo de los Países Bajos y con un fuerte toque futbolístico de la nación europea— se abrazaron y algunos lloraron. Se anticipaba que el rival caribeño, dos peldaños más arriba que Panamá en la clasificación de la FIFA y que se coronó campeón de su zona en 2017, sería un contendiente difícil.
A sabiendas que un empate le servía y que el urgido era el equipo de casa, el timonel de los panameños, el hispano-danés Thomas Christiansen, salió con un solo delantero y bastante precavido. A los visitantes les costó hilvanar jugadas más allá de la media cancha y sus cuatro remates en la primera parte no incomodaron en lo absoluto el arco rival.
Curazao tampoco pudo capitalizar su mejor posesión de pelota y más llegadas en la primera mitad.
Más relajado después de aplastar a San Cristóbal y Nieves por 4-0 en la ida, El Salvador se impuso en casa a la isla caribeña con tantos de Joshua Pérez a los 24 minutos y Gerson Mayen a los 87.
El Salvador había cambiado de técnico en abril. Hugo Pérez, quien jugó en el Mundial de 1994 con Estados Unidos, tomó las riendas tras la salida de Carlos de los Cobos.
Dianas de Cyle Larin (74) y Junior Hoilett (89) redondearon el triunfo de Canadá. En el choque de ida habían derrotado a la selección caribeña 1-0 con un gol de Larin, un delantero canadiense de origen jamaiquino.
Canadá jugó el partido de vuelta en Bridgeview, Illinois, por las restricciones fronterizas impuestas por el gobierno canadiense en medio de la pandemia.