Comienza Euro, el mayor evento deportivo desde la pandemia
ROMA (AP) — Pospuesto por un año, el mayor evento deportivo desde que el coronavirus paralizó el mundo comenzó el viernes en el Stadio Olimpico de Roma.
En un hito para el deporte mundial, la Eurocopa de naciones se puso en marcha con una ceremonia y el partido inaugural en la capital de Italia, el primer país fuera de Asia que fue impactado por la pandemia y el primero que implementó un confinamiento nacional.
La selección de Italia deleitó a los espectadores locales, quienes debieron usar mascarilla, al golear 3-0 a Turquía. Todos los tantos llegaron en el segundo tiempo.
El torneo representa un gran paso en el camino hacia la recuperación y la normalización, tras uno de los capítulos más oscuros en la historia del continente desde la Segunda Guerra Mundial. Más de un millón de europeos han muerto por el COVID-19, incluidos casi 127.000 italianos.
“Después de todo lo que ha pasado, la situación mejora actualmente. Pienso que ha llegado el momento de comenzar a dar a los aficionados algunos motivos de satisfacción”, comentó el seleccionador italiano Roberto Mancini, quien dio positivo de coronavirus en noviembre pero fue asintomático.
La posposición se anunció en marzo de 2020, cuando numerosos países luchaban a marchas forzadas por contener la propagación del virus, lo cual impidió realizar algunos de los eventos deportivos más importantes del mundo.
Muchos temen que todavía no resulte seguro reunir a decenas de miles de espectadores en los estadios. Pero los organizadores del certamen, que transcurrirá en distintas ciudades de Europa, esperan que algunas medidas, incluidos límites en el aforo, horarios escalonados para llegar al estadio, reglas de distanciamiento social y cantidades ingentes de gel desinfectante eviten un resurgimiento de las infecciones, las cuales han caído notablemente en el continente durante los últimos meses.
En Roma, los hinchas que llegaban al estadio debieron presentar documentos para demostrar que se habían vacunado contra el COVID-19, que habían dado negativo en pruebas realizadas cuando mucho 48 horas antes del encuentro o que habían contraído ya el padecimiento.
El mundo del deporte espera que, si todo sale bien, la Euro 2020 se constituya como un antecedente que refuerce la confianza para otros sucesos, como los Juegos Olímpicos, que deben inaugurarse el 23 de julio, también con un año de demora.
En caso contrario, las consecuencias de un revés irían mucho más allá del fútbol.
“Esperemos lo mejor”, dijo Alessandro Savelloni, ciudadano romano de 36 años, quien bebía cerveza con su esposa en un bar callejero antes del partido. “Venimos de un periodo muy oscuro. La gente necesita libertad. Tiene que volver a su vida normal”.
El virus ha tenido ya un impacto en el torneo, que por primera vez no se realiza en uno o dos países, sino que está diseminado en 11.
Sergio Busquets, capitán de España, dio positivo de COVID-19 y se perderá el primer compromiso de la Roja, el lunes ante Suiza en Sevilla. Otro jugador español dio positivo, lo mismo que dos suecos.
El plantel de España recibió vacunas el viernes.
Andrey Mostovoy, extremo ruso, se convirtió en el primer jugador dado de baja por su selección para la Euro. La medida se tomó el viernes, tras un resultado positivo.
Pese a que el aforo se limitó al 25%, el partido inaugural en Italia reunió a la mayor multitud que se haya observado en el país desde hace 15 meses, cuando se declaró una cuarentena general.
El tenor Andrea Bocelli, quien contrajo COVID-19 en 2020, interpretó el aria “Nessun Dorma” de Giacomo Puccini al final de la ceremonia de apertura. El año pasado, tocó el corazón de millones de personas en Italia y en todo el mundo cuando ofreció en solitario un recital en la catedral de Milán durante la Pascua.
Milán es la capital de la región de Lombardía, que en ese momento era el epicentro de la pandemia en Europa.
En Roma y en otras ciudades italianas, se ha levantado la mayor parte de las restricciones sanitarias. Un toque de queda a la medianoche y el requisito de usar mascarilla fuera de casa son las medidas más tangibles con las que la pandemia sigue afectando la vida diaria de los ciudadanos.
Tiendas, restaurantes, gimnasios, museos y teatros han reabierto sus puertas. El intenso tráfico en las calles romanas ha vuelto a su caos habitual, con cientos de motonetas que compiten por los carriles con automóviles cuyos conductores hacen sonar la bocina.
Los turistas vuelven también, aunque el centro histórico sigue menos congestionado de lo que sería normal en esta época del año.
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Los periodistas de la AP, Andrew Dampf y Trisha Thomas, contribuyeron con este despacho.