Harris visita Guatemala y pide a migrantes no viajar a EEUU
CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris ofreció una visión optimista para una mayor cooperación con Guatemala para hacer frente al aumento en la migración hacia Estados Unidos después de sostener una reunión con el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei el lunes. También lanzó una advertencia directa a los migrantes que consideran realizar el peligroso viaje: “No vengan”.
Las declaraciones de Harris durante una conferencia de prensa organizada después de una reunión privada con Giammattei pusieron de relieve el desafío que representa la migración, un tema por el que Harris ha empezado a sostener pláticas sustanciales con los mandatarios de Guatemala y de México durante una gira de tres días por la región esta semana, su primera gira internacional como vicepresidenta.
“Quiero enfatizar que el objetivo de nuestro trabajo es ayudar a los guatemaltecos a encontrar la esperanza en casa”, dijo Harris. “Al mismo tiempo, quiero ser clara con la gente de esta región que piensa realizar el peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: No vengan, no vengan”.
En el marco del viaje de Harris, el gobierno del presidente Joe Biden anunció que el Departamento de Justicia crearía un grupo de trabajo anticorrupción y otro para combatir el tráfico humano y el narcotráfico en la región. Harris también prometió un nuevo programa que estará enfocado en crear oportunidades educativas y económicas para las niñas de la región, entre otras iniciativas.
Pero a pesar de las conversaciones sobre cooperación, el control de la corrupción y la mejora de las condiciones de vida en la región han sido problemas de larga data que los gobiernos anteriores no han podido resolver.
Una parte del desafío sigue siendo que, a pesar de esfuerzos de las autoridades estadounidenses, la corrupción apuntala a muchos de los gobiernos de la región. De hecho, el propio Giammattei ha enfrentado críticas por su gestión del asunto.
El mes pasado, dos abogados críticos del gobierno de Giammattei fueron arrestados por cargos que, afirman, fueron fabricados para silenciarlos.
Y la selección de magistrados para la Corte de Constitucionalidad de Guatemala estuvo empañada por acusaciones de tráfico de influencia y corrupción. Giammattei designó a la secretaria general de la Presidencia para ocupar una de las cinco bancas del tribunal. Cuando Gloria Porras, una respetada fuerza en la lucha contra la corrupción, fue elegida para un segundo periodo, el Congreso —dominado por el partido de Giammattei— se negó a aceptarla.
El lunes, Giammattei no parecía muy dispuesto a abordar esos temas.
Cuando The Associated Press le preguntó sobre las críticas por su trabajo en materia de corrupción, Giammattei ignoró inicialmente la pregunta. Cuando se vio presionado por otro periodista para que respondiera a las denuncias en su contra, el mandatario pareció irritarse por el señalamiento de que el problema era culpa suya e insistió que no había ninguna acusación de corrupción en su contra. Afirmó que los narcotraficantes eran el mayor problema de corrupción en su país.
Aun así, Harris expresó optimismo sobre su capacidad para trabajar juntos en torno al problema, y dijo a los reporteros que habían sostenido una conversación “muy franca y muy sincera” que incluyó “la importancia de la lucha contra la corrupción y la importancia de un poder judicial independiente”.
Harris dijo que los departamentos de Justicia, del Tesoro y de Estado trabajarían juntos en las investigaciones anticorrupción y en la capacitación de las autoridades locales para que realicen sus propias pesquisas.
“Estamos creando este grupo de trabajo para hacer frente a la corrupción. Estamos trabajando en un grupo de trabajo sobre el tráfico de personas. Estamos haciendo el trabajo de exigir que se realicen ciertos avances si queremos traer la inversión estadounidense, la inversión privada, a esta región”, dijo Harris.
El presidente guatemalteco dijo que Estados Unidos y su país acordaron colaborar en un proceso muy sencillo a través de visados para permitir una migración regular a Estados Unidos, y añadió que las dos naciones colaborarían para dar prioridad a las reunificaciones familiares.
La Casa Blanca también anunció un compromiso de 7,5 millones de dólares a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) para apoyar a los empresarios y a los innovadores de Guatemala, así como millones de dólares más en inversiones en viviendas asequibles, agroindustrias y préstamos a pequeñas empresas del país centroamericano.
Aparte de su encuentro con Giammattei, Harris tenía previsto participar en una mesa redonda con líderes comunitarios y de la sociedad civil guatemalteca, y reunirse con empresarios e innovadores jóvenes, incluyendo un grupo de mujeres.
Con el fin de atender las causas de raíz de la migración, Harris ha esbozado una política centrada en crear mejores oportunidades económicas y condiciones de vida en toda la región mediante el envío de ayuda humanitaria y económica. Harris ha centrado muchos de sus eventos públicos y sesiones previos a esta visita en organizaciones de la sociedad civil y empresas internacionales, lo que según sus allegados es un reconocimiento de que, para mejorar la situación en la región, no se puede depender solamente de los gobiernos.
En declaraciones previas a la reunión con Giammattei, Harris enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos, muchos de los cuales, señaló, no desean abandonar su país, pero se ven obligados debido a sus condiciones.
“La esperanza no surge por sí misma, debe ir acompañada de relaciones y confianza, de resultados tangibles en cuanto a lo que hacemos como líderes para convencer al pueblo de que hay razones para tener esperanzas en su futuro y en el futuro de sus hijos”, señaló.
Harris anunció planes de enviar 310 millones de dólares a la región para ayudar a los refugiados y reducir la escasez de alimentos, y recientemente logró los compromisos de varias compañías y organizaciones para invertir en los países que conforman el llamado Triángulo del Norte de Centroamérica a fin de fomentar las oportunidades económicas y la capacitación profesional.
Washington consiguió algo de buena voluntad en la región la semana pasada al anunciar el envío de vacunas contra el COVID-19. El jueves, tanto Giammattei como López Obrador recibieron llamadas de Harris avisándoles que Estados Unidos enviaría 500.000 dosis a Guatemala y 1 millón a México.
Durante su estancia en Latinoamérica, Harris también tendrá que navegar por la política de inmigración. Los legisladores republicanos han criticado a Biden y a Harris por no visitar la frontera entre México y Estados Unidos, y afirman que el gobierno está haciendo caso omiso a lo que, según ellos, es una crisis allí. Abril fue el segundo mes con mayor número de niños no acompañados encontrados en la frontera, tras el máximo histórico de marzo. El total de detenciones de la Patrulla Fronteriza en abril subió 3% respecto a la cantidad de marzo, lo que representa el mayor nivel desde abril del 2000.
Los conservadores vigilarán de cerca a Harris en busca de cualquier tropiezo, con la esperanza de arrastrarla a una mayor controversia en un tema que ven como una victoria política.
El lunes, Harris defendió su decisión de no visitar la frontera, comentando a los reporteros que estaba enfocada en abordar las causas profundas de la migración de una manera que entregue resultados “tangibles”, en lugar de “grandes gestos”.
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Los periodistas de The Associated Press Christopher Sherman en la Ciudad de México, Sonia Pérez D. en Ciudad de Guatemala y Zeke Miller en Washington contribuyeron a este despacho.