Colombia flexibiliza medidas pese a grave situación de COVID
BOGOTÁ (AP) — Colombia dio un paso más hacia la reactivación económica flexibilizando las medidas para controlar el COVID-19 pese a que aún sortea el tercer pico de la pandemia, agravado por las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que se han sostenido por más de un mes.
El Ministerio de Salud informó el jueves que Colombia no exigirá prueba negativa de COVID-19 a los viajeros que ingresen al país por vía aérea. Además, anunció el regreso presencial de estudiantes a clase tan pronto se complete la vacunación de los maestros en julio y dio vía libre a la realización de conciertos, eventos masivos deportivos y discotecas con un 25% de su capacidad en las ciudades que tengan una ocupación menor al 85% en sus Unidades de Cuidados Intensivos.
El aforo en los eventos podrá ser hasta del 50% en las ciudades que vacunen al 70% de su población en la primera etapa, la cual incluye adultos mayores, trabajadores de la salud, maestros y pacientes con enfermedades crónicas.
Colombia, con 50 millones de habitantes, ha recibido 14 millones de dosis de vacunas de Pfizer, Sinovac, AstraZeneca y se han aplicado 10,3 millones, según la información gubernamental.
“Eso no quiere decir que no podamos tener un cuarto pico… continuamos con el uso de tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento”, advirtió el ministro de Salud, Fernando Ruiz, el jueves en una declaración oficial.
Los sectores económicos celebraron la flexibilización de las restricciones después de un año pandemia en la que el país ha alcanzado un déficit fiscal del 7,8% de su producto interno bruto. Sin embargo, el personal de salud está agotado, las UCI en ciudades como Bogotá, Cali y Medellín alcanzaron una ocupación del 96%, el 98,7% y el 97%, respectivamente.
“En el inicio de la pandemia se hablaba tanto de que éramos los ángeles, los super protectores de estos pacientes... en este momento con lo que está pasando estamos completamente solos, porque el Estado en cierta forma nos habla, pero no vemos las acciones con respecto a las necesidades que tenemos en cada hospital y con esta clase de pacientes”, dijo a la AP Fabián Pardo Rodríguez, auxiliar de enfermería del Hospital Universitario de La Samaritana.
El hospital, ubicado en el centro de Bogotá, está al tope de su capacidad y creó un lugar llamado “sala de paz”, en donde le permiten a la familia ver a la distancia el cuerpo sin vida de su ser querido mientras es llevado al coche fúnebre.
Adriana Piraquive, auxiliar de enfermería de ese centro público, asegura que son los jóvenes de entre 25 y 30 años los que están ocupando cada vez más las camas de cuidado crítico. “En los primeros picos (de la pandemia) teníamos a pacientes de edades avanzadas: más de 60, antes de los 90 (años), pero ahorita en este pico son adultos jóvenes”, dijo Piraquive a la AP.
Los médicos temen un agravamiento de la situación epidemiológica cuando el país alcanzó el jueves un récord de 28.624 contagios en 24 horas y acumuló 3,4 millones de casos confirmados y 90.353 muertes por COVID-19.
“Sin que existan medidas tendientes a disminuir o a prevenir el contagio y la transmisibilidad tan alta que tenemos en este momento es completamente absurdo”, dijo a The Associated Press Herman Bayona, presidente del Colegio Médico de Bogotá. “El momento es crítico, las urgencias hospitalarias están por encima del 160%, algunos centros alcanzan el 200% y hay gente que espera en urgencias 24 o 48 horas ventiladas esperando una UCI”, agregó.
El Ministerio de Salud explica en su nueva normativa que la mortalidad en adultos mayores -el sector de la población que ha recibido vacunas- ha disminuido, lo que generaría menos presión sobre el sistema de salud.
“Nosotros estamos entre el 8% y el 10% de la vacunación, flexibilizar medidas requiere por lo menos el 50% de personas vacunadas para poder estar cerca de la inmunidad de rebaño”, explicó Bayona.
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(asterisk)Suárez reportó desde Bucaramanga, Colombia.