OMS y FMI unen sus voces pidiendo ayuda por la pandemia
MIAMI (AP) — Los líderes de organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de la Salud unieron sus voces el martes e instaron a los países desarrollados a que inviertan unos 50.000 millones de dólares para poner fin a la pandemia de coronavirus y sentar las bases de la recuperación económica global.
Dijeron también que los gobiernos deben actuar de inmediato para asegurar un acceso equitativo a las vacunas en todo el mundo porque de lo contrario enfrentan riesgos de nuevas olas y brotes de COVID-19, al igual que más variantes más contagiosas y letales, con un impacto devastador en la recuperación económica.
“Lo único que aún falta es la voluntad de querer realmente usar las herramientas y compartir la tecnología que tenemos, compartir las finanzas que tenemos”, expresó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras explicar que el uso de las medidas de salud pública no farmacéuticas y las vacunas ha demostrado cómo ha mejorado la situación en los países desarrollados que han tenido acceso a las dosis.
“Esto es por el bien de todos los países, sean de bajos o altos ingresos... claramente el mundo podría recuperarse más rápido y todos los países pueden beneficiarse de una rápida recuperación con esta pequeña inversión”, sostuvo.
El líder de la OMS estaba acompañado de Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI; David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial; y Ngozi Okonjo-Iweala, directora de la Organización Mundial del Comercio.
El pedido tuvo lugar en momentos en que los países de medianos y escasos recursos enfrentan dificultades para acceder a vacunas mientras las naciones más desarrolladas acaparan gran parte de la dosis. De acuerdo con la OMS, los países más pobres han vacunado a menos del 1% de la población, mientras que naciones desarrolladas como Estados Unidos ya han vacunado a cerca de la mitad. Latinoamérica ha sido durante meses el epicentro de la pandemia, y ocho de los 10 países con más muertos por el coronavirus están en la región.
La directora del FMI dijo que las vacunas contra el coronavirus deben dirigirse lo más rápido posible a los países donde tendrán un impacto, y Latinoamérica debe ser una prioridad.
“Desafortunadamente para Latinoamérica, bastantes países son golpeados con una fuerza brutal del COVID-19", dijo Georgieva. "Lo que abogamos es que estemos seguros de que tengamos la capacidad de suministrar vacunas donde salvarán más vidas”, manifestó.
En la rueda de prensa virtual conjunta, los expertos y líderes del FMI, la OMS, el BM y la OMC dijeron que esa inversión de 50.000 millones de dólares generaría un impacto económico equivalente a unos 9.000 billones de dólares hacia 2025, un fortalecimiento de la capacidad para fabricar vacunas contra COVID-19, la aceleración del suministro, el flujo comercio mundial y una distribución equitativa de las vacunas, diagnósticos, oxígeno, suministros médicos y tratamientos.
Las estimaciones están basadas en un análisis y una propuesta realizada por el FMI que señala que la inversión beneficiaría a todos los países (el 60% de las ganancias irían a los mercados emergentes y de economías en desarrollo, y el 40% al mundo desarrollado). De concretarse, permitiría que las metas de vacunación del 30% de la población mundial fijadas por la OMS y el mecanismo COVAX para finales del 2021 puedan incrementarse al 40%, e incluso a por lo menos el 60% hacia mediados de 2022.
Las organizaciones pidieron a los países desarrollados que también donen de manera inmediata a los países en desarrollo las vacunas que ya no van a usar.
De acuerdo con la propuesta del FMI, al menos 35.000 millones de dólares de los 50.000 millones deberían ser subsidios. El Grupo de los 20 países más industrializados del mundo, asimismo, ha dado señales de que podrían aportar otros 22.000 millones de dólares en fondos para 2021, indica el informe.
Otros 13.000 millones de dólares adicionales son necesarios para fortalecer el suministro de vacunas en 2022, incrementar la realización de pruebas y la vigilancia epidemiológica. Los 12.000 millones restantes serían suministrados por bancos multilaterales de desarrollo, entre ellos el Banco Mundial.
Los líderes dijeron que para que el plan funcione es necesario actuar de manera rápida y coordinada.