Etíopes protestan contra la presión externa al gobierno
KAMPALA, Uganda (AP) — Miles de etíopes protestaron el domingo en la capital del país contra la presión externa sobre el gobierno por su brutal guerra en Tigray.
Los manifestantes en el mitin en Adís Abeba portaban pancartas que criticaban a Estados Unidos y a otros miembros de la comunidad internacional que han expresado preocupación por las atrocidades en Tigray, donde las fuerzas etíopes persiguen a los líderes derrocados y ahora fugitivos de la región. Las tropas de la vecina Eritrea están ayudando a las fuerzas etíopes, desafiando los llamados internacionales para su retirada.
Los manifestantes en Adís Abeba portaban pancartas que decían “Los jóvenes etíopes denuncian la intervención occidental”. Otros decían que la soberanía de Etiopía estaba en juego.
La semana pasada, Estados Unidos comenzó a restringir las visas para funcionarios gubernamentales y militares de Etiopía y Eritrea, además de ampliar las restricciones a la asistencia económica y de seguridad etíopes.
Atrocidades que incluyen brutales violaciones colectivas, ejecuciones extrajudiciales y desalojos forzosos han sido parte de la violencia en Tigray, según víctimas, testigos, autoridades locales y grupos de ayuda. Se estima que han muerto miles de personas.
El gobierno etíope calificó la acción de Estados Unidos como “equivocada” y “lamentable”.
“El gobierno etíope no se dejará disuadir por esta desafortunada decisión de la administración de Estados Unidos”, según un comunicado tuiteado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Si tal resolución de inmiscuirse en nuestros asuntos internos y socavar las relaciones bilaterales centenarias continúa sin cesar, el gobierno de la República Democrática Federal de Etiopía se verá obligado a reevaluar sus relaciones con Estados Unidos, lo que podría tener implicaciones más allá de nuestras relaciones bilaterales”, dijo el comunicado.
La crisis comenzó en noviembre después de que Etiopía acusó a exlíderes del Frente de Liberación Popular de Tigray de ordenar un ataque contra una base del ejército etíope en la región.
Las tropas enviadas expulsaron rápidamente a los miembros del frente de las principales ciudades y pueblos, pero todavía se registran enfrentamientos de guerrillas en Tigray.
Más de 2 millones de personas han sido desplazadas por la guerra.