EEUU: Matanza a tiros en San José se suma a otras en 2021
Ocho personas murieron el miércoles luego de que un empleado abrió fuego en una agencia de transporte de la zona de la bahía de San Francisco en San José, California. Dos funcionarios policiales indicaron que el agresor era Sam Cassidy, de 57 años, y el fiscal de distrito señaló que Cassidy también se quitó la vida. Las autoridades investigaban asimismo la casa en San José propiedad del atacante a la que los bomberos habían acudido por un incendio que sucedió más o menos a la hora de la masacre.
Estos hechos de sangre tuvieron lugar en un año en el que han aumentado las matanzas a tiros en Estados Unidos conforme la nación deja atrás gradualmente las restricciones impuestas por la pandemia, las cuales obligaron a cerrar muchos lugares públicos y a que las personas permanecieran en sus casas.
De acuerdo con una base de datos compilada por The Associated Press, el periódico USA Today y la Universidad del Noreste que da seguimiento a las masacres perpetradas en los últimos 15 años, la ocurrida en San José fue la 15ta en 2021, todas con armas de fuego. Han muerto 86 personas en ataques a tiros en comparación con 106 en todo 2020. La base de datos considera que un tiroteo ya es una masacre cuando hay cuatro o más personas asesinadas, excluido el atacante, lo que deja ver que la cifra de muertos por arma de fuego es mucho mayor si se consideran los incidentes con menor número de víctimas fatales.
A continuación algunas de las masacres más recientes perpetradas con armas de fuego en Estados Unidos:
ATLANTA
Ocho personas fueron asesinadas por un sujeto armado en tres establecimientos de masajes en la zona de Atlanta en ataques que comenzaron la noche del 16 de marzo. Siete de las víctimas eran mujeres y seis eran de ascendencia asiática. La policía acusó a un hombre blanco de 21 años de esos crímenes. Suscitó gran escepticismo la aseveración del agresor de que su motivo fue la adicción al sexo. Hubo clamor público para que se presentaran cargos por delitos de odio, en especial entre la comunidad asiático-estadounidense, contra la que han aumentado las agresiones desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
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BOULDER, COLORADO
Aproximadamente una semana después, el 22 de marzo, un atacante armado mató a 10 personas en un supermercado en Boulder, Colorado, incluido un policía que fue el primero en llegar al lugar. El agresor compró un arma de fuego en una armería local tras aprobar la revisión de antecedentes. Los investigadores trabajan para determinar el motivo del ataque a tiros y por qué el sujeto escogió el supermercado King Soopers.
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ORANGE, CALIFORNIA
El 31 de marzo, un sujeto armado mató a cuatro personas e hirió de gravedad a una quinta en un edificio de oficinas en el sur de California. El agresor conocía a todas las víctimas. Al parecer antes de abrir fuego, el atacante cerró con cadenas las puertas de dos entradas, lo que demoró el ingreso de la policía. Entre las víctimas estaba un niño de 9 años al que se encontró entre los brazos de una mujer que se cree era la madre y que fue la única sobreviviente. Las otras personas asesinadas fueron un hombre y dos mujeres.
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ROCK HILL, CAROLINA DEL SUR
Una semana después, el 7 de abril, el exjugador de la NFL Phillip Adams mató a tiros a seis personas. Robert Lesslie, un médico destacado, fue asesinado con su esposa, dos de sus nietos y dos técnicos de aire acondicionado que estaban trabajando en la casa de las víctimas. Adams también se quitó la vida. Su cerebro está siendo examinado para ver si padecía una posible enfermedad degenerativa que se ha demostrado provoca cambios violentos de ánimo y otros desórdenes cognitivos en algunos deportistas y miembros de las fuerzas armadas.
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INDIANÁPOLIS, INDIANA
El 15 de abril, ocho personas fueron asesinadas a tiros en una instalación de FedEx por el exempleado Brandon Scott Hole, de 19 años, de Indianápolis, que disparó indiscriminadamente antes de suicidarse. Cuatro de las víctimas fatales eran miembros de la comunidad sij de Indianápolis, en otro golpe a la comunidad asiático-estadounidense. Los agentes de la oficina de campo del FBI en Indianápolis interrogaron a Hole el año pasado después de que su madre avisara a la policía que su hijo podría cometer “suicidio policial".