En Suárez, Simeone encontró la última pieza para el título
BARCELONA (AP) — Al recibir casi servido en bandeja a un delantero de clase mundial por parte de uno de sus principales rivales, el Atlético de Madrid se arropó en los goles de Luis Suárez y el estilo combativo de su técnico Diego Simeone para proclamarse campeón de la Liga española.
Así fue como el Atlético pudo domar al Real Madrid y al Barcelona para su primera corona de liga en siete años.
EL REGALO
Con el Barcelona asfixiado por deudas y una temporada sin títulos, el club le informó en septiembre a Suárez — su tercer máximo goleador histórico — que necesitaba buscar un nuevo equipo.
Tras el fracaso de una negociación para despacharlo a Italia, el Barcelona asombró a sus hinchas cuando vendió a Suárez al Atlético por una bicoca para zafarse de su salario. El monto del traspaso, con variables, podría alcanzar apenas unos 6 millones de euros (7 millones de dólares). Era una cantidad ridícula por tratarse de un jugador que había rubricado 21 goles con el Barcelona la temporada previa.
“Es difícil la situación que me tocó vivir el verano pasado, como me menospreciaron”, dijo Suárez tras la victoria 2-1 ante el Valladolid para sellar la conquista del campeonato en la última jornada. "El Atleti me abrió la puerta para seguir demostrando lo que era. Es el año en el que más he sufrido.”
Su presencia fue toda una bendición para Simeone. Al fin tenía de un depredador como Suárez, quien con 34 años ha perdido cierta movilidad pero mantiene intacto su instinto asesino cuando tiene el balón dentro del área.
El “Pistolero” uruguayo acabó anotando 21 goles con su nuevo club, amén de abrir espacios a sus compañeros.
La cosecha incluyó goles de Suárez en los últimos dos partidos del Atlético en la temporada, en los que tuvieron remontar. El que anotó a los 88 minutos selló la remontada 2-1 para vencer a Osasuna en la penúltima jornada, manteniendo al Atlético por encima del Madrid. Y el más importante de todos fue el que facturó en la segunda parte para doblegar 2-1 al Valladolid.
“Vino con una rebeldía extraordinaria", dijo Simeone tras el gol decisivo de Suárez ante Osasuna. "Vino queriendo demostrar que la gente estaba equivocada, queriendo demostrar que todavía estaba en la cima de su juego”.
EL TÉCNICO
Cerca de cumplir una década como el entrenador colchonero, Simeone no ha perdido la capacidad de motivar a sus jugadores y evitar que pierdan la fe en sus ideas. Eso es lo que separa a argentino de sus pares.
Desde que tomó las riendas del club en diciembre de 2011, el “Cholo” nunca se ha aburrido del “partido a partido”. Es el mantra con el que evita que sus jugadores caigan en el conformismo o pierdan la concentración. Tampoco se inmuta si sus rivales tildan de mezquinos sus planteamientos, que priorizan la defensa.
Con el estadio Wanda Metropolitano mudo ante la ausencia de público por la pandemia, Simeone siempre agitó desde la banca con la vestimenta — chaqueta y corbata negra.
Pero esto no significa que Simeone sea totalmente terco con su propuesta. Tras años de preferir el 4-4-2, Simeone cambió de plan y apeló a un 3-5-2 esta temporada, con una línea de tres en el fondo. El trío de centrales conformado por Stefan Savic, Filipe Augusto y Mario Hermoso permite a los carrileros Renan Lodi y Kieran Trippier subir y blindar a Koke Resurección en el medio campo.
Y cuando los delanteros rivales encontraron espacios, Jan Oblak apareció para ahogarles el grito de gol. El esloveno ha sido el menos vencido de la liga — 25 — en 38 partidos.
Desde que Simeone transformó al Atlético en un equipo ganador, ha conseguido dos títulos de la Liga, una Copa del Rey, dos de la Liga UEFA y un par de finales en la Liga de Campeones.
INICIO ARRASADOR, GARRA AL FINAL
El Atlético empezó a todo vapor la temporada, igualando el récord de puntos del club en la primera parte — al cosechar 50 en las primeras 19 fechas. Con ello pudieron distanciarse por más de 10 puntos sobre tanto el Madrid como el Barcelona.
Luego se fueron desinflando y una ventaja que parecía irremontable se redujo a tan solo dos puntos. Pero el Atlético supo reaccionar y se reencontró con la victoria, mientras sus perseguidores sufrían tropiezos. El Atlético resistió para sacar el empate 0-0 en el Camp Nou a inicios de mayo, esencialmente parando en seco la arremetida del Barcelona.
LAS ALTERNATIVAS
Se suponía que iba a ser un año consagratorio para João Félix, quien por su juventud y picardía se perfilaba como socio ideal para Luis Suárez. Pero el atacante portugués no pudo sostener su buen inicio de temporada y perdió la titularidad.
Simeone se inclinó por Marcos Llorente, Ángel Correa y Yannick Carrasco — menos rutilantes pero más eficientes — para los goles. Luego de destaparse la pasada temporada con un doblete en Anfield para eliminar a Liverpool en la Champions, Llorente pasó a ser un pieza polifuncional para Simeone, de delantero, volante y lateral. Aportó 12 goles, mientras que el argentino Correa añadió nueve, incluyendo el que puso en marcha la remontada en Valladolid. Y el belga Carrasco, un dinámico extremo izquierdo, aportó cuatro goles y cuatro asistencias en las últimas ocho fechas.