Ronda alocada de Mickelson lo pone a 18 hoyos de proeza

Phil Mickelson sobrevivió una ronda alocada el sábado en Kiawah Island, al tirar un marcador de 70, 2 bajo par, en el Campeonato de la PGA, que lo colocó a 18 hoyos de convertirse en el golfista más veterano en ganar un major.

Mickelson, de 50 años, salió del green del hoyo 10 con una ventaja de cinco golpes y un control tan increíble de su juego, que todo indicaba que sería otra actuación arrolladora en el Ocean Course.

Ni remotamente cerca.

Mickelson puso uno de sus tiros de salida en el agua, y otro bajo el neumático de un carrito de golf. Mientras, Brooks Koepka embocó tres birdies para empatarlo en el liderato.

La diferencia fue el hoyo 18 en Kiawah, que se jugó más fácil una vez que el viento cambió su dirección y ya no impactó en el rostro de los jugadores.

Koepka se pasó del green con su segundo tiro, y necesitó tres putts para un bogey y una ronda de 70.

Mickelson también falló con su segundo tiro en el 18, a la izquierda de la bandera, pero un arriesgado tercer disparo le funcionó, dejándole un putt para par de 4 pies que embocó. Mickelson es el segundo jugador más veterano que encabeza un major tras 54 hoyos, superado por Tom Watson, que a los 59 años ocupaba la cima luego de tres rondas del Abierto Británico en Turnberry.

A Watson no le fue nada bien esa vez. Perdió el título del Abierto Británico en un desempate contra Stewart Cink. Para Mickelson, es una oportunidad de convertirse en el jugador más veterano que conquista un major.

Julius Boros tenía 48 años cuando ganó el Campeonato de la PGA en 1968.

Mickelson tiene un acumulado de 209, 7 bajo par. Pese a sus éxitos en los majors —cinco triunfos, varios segundos lugares— es apenas la tercera vez que tiene la ventaja luego de 54 hoyos.

Jugará en el grupo final con Koepka, integrando una dupla que suma nueve títulos de majors en forma combinada. Koepka va por su tercer trofeo Wanamaker en los últimos cuatro años.

Koepka, quien trata de dejar atrás los efectos de una cirugía de ligamentos en su rodilla derecha que lo limitó a dos torneos en tres meses previo al torneo en Kiawah, dijo que la tercera ronda fue la peor actuación de su carrera. Pero añadió que no estaba sorprendido al tener otra oportunidad para ganar un major.

“Se siente bien, se siente normal. Es lo que se supone que debes hacer, para eso practicas”, dijo. “Estoy donde quiero estar, y ya veremos qué ocurre el domingo”.

Louis Oosthuizen conoce a la perfección ese sentimiento. Comenzó la tercera ronda empatado con Mickelson, pero requirió de tres putts para un bogey en el primer hoyo. El sudafricano nunca pudo darle alcance, aunque tuvo sus oportunidades, hasta que falló un putt de 4 pies para birdie en el hoyo 16, un par 5, y un putt de 5 pies para par en el hoyo 17, un par 3. Finalizó con 72, y está dos golpes atrás.

Por lo menos, todavía tienen una posibilidad.

El chileno Joaquín Niemann firmó una tarjeta de 71 golpes, para un acumulado de 214, dos bajo par.