Ministro colombiano: CONMEBOL respondió 'demasiado rápido'
BOGOTÁ (AP) — El ministro colombiano del Deporte se mostró el viernes sorprendido por la rapidez con que la CONMEBOL rechazó la solicitud de Colombia de posponer la Copa América a noviembre.
Y sin mencionar los problemas que la propuesta colombiana habría generado para un calendario ya saturado en el fútbol internacional, Ernesto Lucena deslizó la posibilidad de que la rápida negativa de CONMEBOL haya obedecido a presiones por parte de países a los que no identificó, para rechazar el pedido y en vez de ello retirar a Colombia los partidos de la Copa América que iba a albergar junto con Argentina.
El jueves, cuando arreciaban distintas versiones de que CONMEBOL retiraría los partidos de la Copa América que debían realizarse en Colombia ante una ola creciente de protestas en el país, Lucena anunció que el gobierno solicitaría la posposición a noviembre, pero no por la tensión social, sino por la pandemia, que impediría contar al menos con el 50% de concurrencia en los estadios.
En menos de dos horas, CONMEBOL respondió que era imposible atender el pedido, y anunció que reubicaría los encuentros a un país por definir.
”Nos pareció que nos contestaron demasiado rápido“, señaló Lucena el viernes en declaraciones a los medios.
El torneo está previsto del 13 de junio al 10 de julio. Originalmente se programó para mediados de 2020, pero fue pospuesto a consecuencia de la pandemia de coronavirus.
En su breve comunicado, CONMEBOL explicó que “por razones relacionadas al calendario internacional de competiciones y a la logística del torneo, resulta imposible trasladar la Copa América 2021 al mes de noviembre”.
La agenda de partidos internacionales luce efectivamente repleta, para cubrir la posposición de eliminatorias mundialistas, Eurocopa y la propia Copa América a consecuencia de la pandemia. Los clubes europeos difícilmente habrían cedido a sus jugadores a las selecciones sudamericanas para un certamen postergado a noviembre.
Sin embargo, Lucena percibió otro tipo de motivos, sobre los que no abundó, en el rechazo de la solicitud.
“Los rumores que existen es que hubo unas presiones muy fuertes para que no se jugara en Colombia. Detrás del fútbol también se mueve la política y nosotros no podemos dar con certeza de quién estuvo detrás de eso pero, por supuesto, sí podemos decir que hubo algún tipo de presión”, afirmó el funcionario.
La CONMEBOL aseguró que la Copa se realizará, aun en momentos en que se han endurecido las restricciones sanitarias en Argentina por la pandemia, incluida la suspensión del fútbol local.
“Son especulaciones, serán realidades, no lo sabemos pero sí había intereses de que en Colombia no se jugara por parte de países del continente”, destacó Lucena, que no dio detalles ni fuentes.
Antes de perder la sede del torneo, el gobierno colombiano y la Federación Colombiana de Fútbol determinaron que no era posible la presencia de aficionados en los estadios ante las cifras elevadas de contagios de COVID-19 en el país. Argentina adoptó la misma posición.
En su petición, el gobierno de Colombia esgrimió como argumento el agravamiento de la pandemia y dejó de lado el paro nacional y las marchas de protesta en su contra que iniciaron el 28 de abril.
El Ministerio de Salud de Colombia había confirmado hasta el jueves 3.177.212 contagiados y 83.233 decesos por el coronavirus.
Lucena reconoció el viernes que en la determinación de la CONMEBOL pudo influir el creciente descontento social y los choques entre la policía y manifestantes que la semana anterior trataron de impedir la celebración en Barranquilla y Pereira de encuentros de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
La policía recurrió en Barranquilla a lanzar gases lacrimógenos para evitar que los manifestantes se aproximaran al estadio Romelio Martínez donde se enfrentaron Santa Fe-River Plate y América de Cali-Atlético Mineiro.
Los gases penetraron hasta la cancha y afectaron a futbolistas y técnicos. Los partidos fueron interrumpidos varias veces.
El duelo Atlético Nacional-Nacional también fue foco de incidentes generados por jóvenes que trataron de impedir a los equipos salir del hotel y luego que jugaran.
La CONMEBOL se vio forzada a trasladar a Paraguay, Ecuador y Perú duelo de las Copas Libertadores y Sudamericana.
“Pensábamos que para la fecha del evento (fin del año) obviamente íbamos a estar con unas conversaciones adelantadas, con unos pactos hechos pero al parecer esas razones no fueron suficientes (para la CONMEBOL) frente al conflicto social”, indicó Lucena.
Lo sucedido en Barranquilla y Pereira, según Lucena, también peso en el momento de la determinación de la CONMEBOL de rechazar la postergación del torneo.
“CONMEBOL quedó muy preocupado con los temas de los partidos en Barranquilla y Pereira”, manifestó.