Costa Rica entrega a El Salvador al suegro de Funes
SAN SALVADOR (AP) — Juan Carlos Guzmán, el suegro del expresidente Mauricio Funes, llegó el miércoles a El Salvador luego de que las autoridades costarricenses lo deportaran para que sea procesado por los delitos de lavado de dinero y activos.
“Con este procedimiento, que forma parte del proceso penal que se sigue en contra del señor Mauricio Funes, se envía un mensaje de que no habrá más impunidad en el país”, dijo el fiscal general Rodolfo Delgado.
El suegro de Funes era requerido por la justicia salvadoreña desde junio de 2018.
“Podemos decir misión cumplida, tenemos en suelo patrio a este criminal que en conjunto con Mauricio Funes Cartagena se dedicaron a robar y a corromper más personas con fines particulares”, manifestó el ministro de Justicia y Seguridad Publica, Gustavo Villatoro.
El presidente, Nayib Bukele, también reaccionó ante la noticia y tuiteó que “este día se hizo justicia, logrando la extradición del suegro del expresidente Mauricio Funes, acusado de desfalcar más de 350 millones de dólares del erario”.
El 1 de abril de 2019, la policía de Migración y Extranjería de Costa Rica capturó a Guzmán cuando trataba de salir rumbo a Nicaragua. Según las autoridades salvadoreñas, el suegro del exmandatario presentó documentación que lo identificaba como nicaragüense.
Guzmán fue traslado a su país en un avión de la fuerza aérea salvadoreña, custodiado por la Interpol. La nave militar llegó al aeropuerto de Ilopango, en la periferia este de la capital, donde fue recibido por Delgado y Villatoro.
Funes, su pareja Ada Mitchell Guzmán y sus hijos Diego Roberto y Carlos Mauricio Funes se encuentran en Nicaragua, donde en septiembre de 2016 recibieron asilo político del gobierno del presidente Daniel Ortega mientras se desarrollaba un juicio civil por enriquecimiento político y cuando aún no se había emitido orden de captura en su contra.
De inmediato Guzmán fue puesto a las órdenes del Juzgado Octavo de Instrucción de San Salvador, donde le informaron que la Fiscalía le imputa los delitos de lavado y activos por un monto de 133.564.71 dólares de fondos públicos durante la gestión de Funes.
Según las investigaciones, se estableció que Guzmán gastó 140.756.43 dólares, pero sólo reportó ingresos por 7.196.72 dólares. Además, compró cinco automóviles por un valor de 55.000 dólares.
Según la Fiscalía Guzmán participó en una red, dirigida por el exmandatario, que logró desviar 351 millones de dólares de las arcas del Estado.
Pero en breves declaraciones a los periodistas, Guzmán rechazó las acusaciones y dijo que tiene documentos que prueban que el dinero que según la Fiscalía lavó es producto de su trabajo. “En ningún momento los he lavado”, afirmó.
Funes tiene cinco procesos penales abiertos en varios juzgados de El Salvador, entre ellos el juicio por el millonario desfalco que, según la Fiscalía, fue a parar a cuentas de testaferros, familiares y sus allegados.
Funes se dice inocente de los cargos que se le imputan, y sostiene que los procesos judiciales en su contra han sido impulsados con “pruebas falsas y obtenidas en base a la tortura y la amenaza de testigos” por parte de la Fiscalía.