Cisjordania: 2 muertos al desplomarse gradas en sinagoga
JERUSALÉN (AP) — Dos personas murieron y 157 resultaron heridas el domingo al desplomarse unas gradas de una sinagoga inconclusa en Cisjordania la víspera de un feriado religioso, informaron médicos israelíes.
Las gradas estaban atiborradas de feligreses ultraortodoxos y se vinieron abajo durante las oraciones al inicio del Shavuot. Un vocero del servicio de rescates Maguen David Adom le dijo al Canal 13 que los paramédicos atendieron a más de 157 personas y declararon muertas a dos: un hombre de poco más de 50 años y un niño de 12.
El ejército israelí indicó en un comunicado que envió al lugar del derrumbe a médicos y otros soldados de búsqueda y rescate para que apoyaran. Helicópteros militares trasladaban a los lesionados.
En videos de aficionados puede verse cómo se desploman las gradas el domingo en la tarde en Guivat Zeev, un asentamiento ubicado al norte de Jerusalén. Había cientos de personas en la sinagoga.
El Shavout es un festival primaveral de cosecha que también conmemora el día en el calendario judío en que la Torá fue entregada a Moisés en el Monte Sinaí. Tradicionalmente se celebra con el estudio de la Torá durante toda la noche y el consumo de lácteos.
Las autoridades israelíes intercambiaron reclamos.
El alcalde de Givat Zeev dijo que el edificio no estaba terminado y era peligroso, y que la policía había ignorado peticiones previas para que se tomaran medidas. El jefe de policía de Jerusalén, Doron Turgeman, dijo que el desastre era un caso de “negligencia” y que probablemente habrá arrestos.
Deddi Simhi, titular del servicio de Bomberos y Rescate de Israel, le dijo al Canal 12 que “este edificio no está terminado. Ni siquiera tiene permiso para ser ocupado y, por lo tanto, mucho menos para organizar eventos en él”.
En videos televisados del lugar se ve que el edificio de cinco pisos estaba incompleto con concreto, varilla de acero y tablones de madera expuestos, y plásticos a manera de ventanas. Un letrero en hebreo pegado a un muro del edificio advertía: “Por motivos de seguridad, la entrada al sitio está prohibida”.
El ministro de Defensa Benny Gantz tuiteó: “Mi corazón está con las víctimas del desastre en Givat Zeev”.
El 29 de abril, 45 judíos ultraortodoxos murieron en una estampida durante un festival religioso en el norte de Israel, el desastre civil más mortífero en la historia del país.
La estampida en el Monte Merón sucedió tras años de advertencias de que el sitio sagrado era inseguro para las decenas de miles de visitantes que atrae cada año para el feriado de Lag Baomer.
A las festividades de este año asistieron aproximadamente 100.000 personas, la mayoría de ellas judíos ultraortodoxos, luego de que presuntamente poderosos políticos ultraortodoxos presionaran al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otras personas para que eliminaran las restricciones a la asistencia.
Desde hace tiempo, los expertos habían advertido que el complejo del Monte Merón no estaba correctamente equipado para atender a las enormes multitudes que asisten al lugar durante el feriado primaveral, y que el estado de la infraestructura representaba un riesgo de seguridad.
La estampida desató nuevas críticas por la amplia autonomía concedida a la comunidad ultraortodoxa, políticamente poderosa.
El año pasado, muchas comunidades ultraortodoxas ignoraron las normas de sanidad para controlar el COVID-19, lo que contribuyó a un mayor incremento en las tasas de contagios en sus comunidades e hizo enfuerecer al público seglar del país.