Ciudad en Missouri pagará por muerte de prisionero negro
CHARLESTON, Missouri, EE.UU. (AP) — Una ciudad del sureste de Missouri pagará 500.000 dólares para resolver su parte en una demanda presentada por la familia de un hombre negro que murió en la cárcel después de que un policía blanco le inmovilizó el cuello durante varios minutos con la rodilla.
Un juez federal dijo el miércoles que probablemente aprobaría el acuerdo entre la madre, la viuda y los nueve hijos de Tory Sanders y la ciudad de Charleston y varios de sus agentes de policía, informó el St. Louis Post-Dispatch. La demanda de la familia aún está pendiente contra el condado de Mississippi, el expolicía y el personal de la cárcel.
La muerte de Sanders en 2017 ha generado comparaciones con el fallecimiento de George Floyd en Minneapolis en mayo pasado. Floyd, quien era negro, murió tras ser sometido por la policía, y el agente que puso su rodilla sobre el cuello de Floyd está siendo juzgado en estos días.
En el caso de Missouri, Sanders se dirigía a Nashville cuando acudió a la policía en Charleston el 4 de mayo de 2017 para decir que necesitaba ayuda psiquiátrica. Lo llevaron a la cárcel del condado de Mississippi, donde un psicólogo determinó que Sanders sufría de paranoia y recomendó que lo hospitalizaran para observación. Pero Sanders permaneció en la cárcel, y horas después, el entonces sheriff Cory Hutcheson condujo a un equipo de oficiales y carceleros a la celda de Sanders, donde fue derribado, rociado con gas irritante, electrocutado con una pistola paralizante y golpeado, según la demanda.
La familia de Sanders dice que Hutcheson presionó su rodilla izquierda contra el cuello de Sanders y la mantuvo allí hasta tres minutos, incluso cuando otro oficial lo instó a detenerse.
Posteriormente, Hutcheson fue sentenciado a seis meses en una prisión federal por delitos no relacionados de fraude electrónico y robo de identidad por utilizar un proceso fraudulento para rastrear el paradero de más de 200 usuarios de teléfonos celulares, incluido un juez y un exjefe de policía. Renunció después de declararse culpable y ya no puede trabajar como representante de la ley.