Loew cierra a los tumbos su ciclo en Alemania
DÜSSELDORF, Alemania (AP) — Las explicaciones de Joachim Loew sobre todo lo que le salió mal a Alemania en una nueva debacle se han convertido en un ritual.
Cuando Corea del Sur eliminó a Alemania de la Copa Mundial de 2018, el técnico dijo que la selección viajó a Rusia “tal vez con cierta arrogancia”. Cuando España goleó 6-0 a su renovado equipo el año pasado, habló de un día “muy aciago” en el que “nada funcionó".
Loew tuvo que rendir cuentas el miércoles, luego que Macedonia del Norte derrotó 2-1 a Alemania en el partido final por eliminatorias de su ciclo de 15 años.
“Hemos perdido demasiado balones cuando salíamos a atacar", dijo a la cadena RTL.
Y al contragolpe, añadió, “la defensa fue frágil”.
No se tendrán más momentos como ese. No porque se tenga garantía de una mejor Alemania antes de medirse contra la campeona mundial Francia, el defensor del título Portugal y Hungría en la Eurocopa de este año. Lo que pasa es que Loew dejará la dirección tras el torneo. La derrota 6-0 en España fue lo que apuró su fecha de salida, en vez de aferrarse al cargo hasta el Mundial de 2022.
Cuando Alemania decidió extenderle el contrato de Loew por cuatro años en mayo de 2018, se entendió que era una muestra de la fe depositada en el técnico que les sacó campeones del mundo en 2014. Pero ya se percibía cierto recelo al temerse que no era el momento oportuno. El fiasco alemán en el Mundial de Rusia un mes después implicaba que el último acto del prolongado ciclo de Loew sería una reconstrucción.
Lo de Alemania en Rusia fue su peor actuación en un Mundial desde 1938. Los resultados indeseables siguieron acumulándose. La derrota ante España fue la más abultada sufrida por la Mannschaft en 89 años. El revés frente a Macedonia del Norte puso fin a un invicto de 20 años y 35 partidos en partidos de las eliminatorias mundialistas.
A Loew le cuesta explicar porqué sus métodos no surten efecto.
La selección gira en torneo del Bayern Múnich, el equipo que se alzó con la Liga de Campeones la pasada temporada. Cuentan con individualidades que se destacan en sus clubes, como el volante del Manchester City Ilkay Gundogan, capitán alemán el miércoles, y el zaguero de Chelsea Rüdiger. Pero la historia es distinta cuando lucen la camiseta de la selección.
Las lesiones también han incidido. Loew ha tenido que recurrir al volante de contención Emre Can como lateral izquierdo y derecho en partidos sucesivos de las eliminatorias. El apretado calendario de partidos por la pandemia provoca un mayor desgaste físico y constantes viajes, pero Macedonia del Norte lidió con lo mismo. Goran Pandev, su delantero de 37 años, fue titular en tres partidos y anotó contra Alemania.
Loew se ha resistido dar marcha atrás con la decisión más importante de su reconstrucción — marginar a los históricos Thomas Mueller, Jerome Boateng y Mats Hummels en 2019. Mueller brilla en el Bayern, en tanto que Hummels y Boateng también se mantienen como piezas claves en sus clubes. Loew, en cambio, no ha parado de probar diversas duplas de centrales, con Rüdiger, Niklas Suele, Jonathan Tah, Robin Koch y Matthias Ginter.
La gran diferencia entre el Bayern y Alemania es que la selección no tiene un centrodelantero de referencia. Bayern cuenta con el polaco Robert Lewandowski, mientras que Alemania depende de Timo Werner. El artillero de Chelsea desperdició una ocasión inmejorable al quedar a quemarropa para definir ante Macedonia del Norte, reiteración de lo que ha sido una difícil temporada de adaptación a la Liga Premier esta tempoada.
Tampoco ha encontrado soluciones en el lateral izquierdo. Ha ensayado con Robin Gosens, Philipp Max y Marcel Halstenberg, pero ninguno ha sido capaz de convencer como titular.
Ahora, la antesala al último torneo de Loew estará marcada por las conjeturas sobre su sucesor. Loew no ha dejado de hacer cosas útiles, como persuadir a Jamal Musiala, atacante del Bayern, que prefiriera a Alemania en lugar de Inglaterra.
Los resultados recientes también ayudarán al próximo entrenador con otra ventaja, pues asumirá con las expectativas por los suelos.