HARLINGEN, Texas, EE.UU. (AP) — Vestido con su sudadera de Superman, un niño hondureño de 5 años miraba por la ventanilla de un avión, señalando el cielo y aparentemente incapaz de creer que un avión tan grande estuviera llegando a las nubes.
Hace unos días, Yancarlos Amaya caminaba entre la fangosa orilla de un río después de haber cruzar el río Bravo y llegar al lado estadounidense de la frontera con México. Su madre, Celestina Ramírez, de 28 años, dijo que se entregaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza y posteriormente pasaron varias horas bajo custodia, una noche debajo de un puente y tres días más en un centro de detención.
Ahora, iban abordo de un vuelo de Harlingen, Texas, con destino a Houston, y posteriormente tomarían un vuelo de conexión a Baltimore, donde vive la familia de su hermano.
Aunque viajar en avión parecía un lujo en comparación con su viaje a través de Centroamérica y México y un centro de detención para migrantes, Ramírez seguía nerviosa debido a que era su primera vez viajando en avión. Tampoco había visto a su hermano en más de una década.
“Ya van 14 años que no nos vemos”, dijo Ramírez. Tenía apenas 14 años cuando su hermano dejó Honduras.
Su hermano, Marco Ramírez, y otros familiares los esperaban en Baltimore. Cuando Yancarlos se subió a la pasarela móvil del aeropuerto, se tomó de la barandilla, sorprendido de que también se movía.
“No había visto yo esto”, dijo mientras se agachaba para poner sus manos sobre la superficie móvil.
Celestina Ramírez dijo que se sentía más tranquila al estar con su familia mientras pasaba por los procedimientos de asilo de Estados Unidos. Su hijo cumple 6 años en septiembre, y muchas familias con niños un poco mayores que Yancarlos han sido expulsadas bajo una orden implementada por el gobierno del expresidente Donald Trump que está relacionada con la pandemia de coronavirus y que el mandatario Joe Biden ha mantenido vigente.
“Ya está aquí gracias a Dios. El camino es muy duro. Son muchas barreras”, comentó Marco Ramírez. Estoy “muy contento porque ya la tenemos acá cerca de la casita”, señaló.
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, besa a su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, durante un vuelo con destino a Houston, el miércoles 24 de marzo de 2021. La madre e hijo, quienes se dirigen a Baltimore para reunirse con el hermano de Ramírez, obtuvieron permiso de permanecer en Estados Unidos luego de entregarse a las autoridades fronterizas. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, aplaude mientras se prepara para tomar un vuelo por primera vez con su madre Celestina Ramírez en el Aeropuerto Internacional Valley, en Harlingen, Texas, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, mira por la ventanilla de un avión en Harlingen, Texas, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, revisa unos controles sobre su asiento mientras su madre, Celestina Ramírez observa durante un vuelo con destino a Houston, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, mira por la ventana un avión de United Airlines que lo transportará a él y a su madre, Celestina Ramírez, el miércoles 24 de marzo de 2021, en el Aeropuerto Internacional Valley, en Harlingen, Texas. (AP Foto/Julio Cortez)
Esta fotografía muestra el río Bravo, la barrera entre Estados Unidos y México, desde la ventanilla de un avión de United Airlines, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, habla con su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, antes de abordar un avión en el Aeropuerto Internacional Valley, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Harlingen, Texas. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, y su madre, Celestina Ramírez, ambos migrantes de Honduras, a bordo de un tren entre terminales del Aeropuerto Internacional George Bush, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Houston. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, corre alrededor de su madre, Celestina Ramírez, durante su espera para abordar un vuelo en el Aeropuerto Internacional George Bush, en Houston, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, una migrante hondureña, camina con su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, hacia un avión en Houston que los llevará a Baltimore, el miércoles 24 de marzo de 2021, en el Aeropuerto Internacional George Bush. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, busca su asiento en un avión junto a su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, el miércoles 24 de marzo de 2021, antes de despegar del Aeropuerto Internacional Valley, en Harlingen, Texas. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, salta en una escalera eléctrica mientras sostiene la mano de un amigo de su familia, Dimas Barahona, en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, y su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, son abrazados por el hermano de Ramírez, Marco, en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, abraza a su hermano Marco Ramírez luego de reunirse en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland, el miércoles 24 de marzo de 2021. Los hermanos no se habían visto en 14 años. (AP Foto/Julio Cortez)
Yancarlos Amaya, de 5 años, habla con un amigo de su familia, Dimas Barahona, en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)
Celestina Ramírez, migrante de Honduras, y su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, a bordo de un automóvil luego de que Ramírez se reunió con su hermano en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland, el miércoles 24 de marzo de 2021. (AP Foto/Julio Cortez)