Libro: cómico birracial Jo Koy narra su duro camino al éxito
Como muchos humoristas famosos, Jo Koy tuvo dificultades al principio para presentarse en los clubes de comedia. En su caso, el comediante mitad blanco, mitad filipino sólo lograba subir al escenario en noches con temas étnicos como “Miércoles de wantán” e “Invasión asiática”.
“Muchos cómicos tenían que hacer eso. No digo sólo asiáticos, sino también negros, latinos, cualquiera que fuera ‘diferente’ tenía que hacer estos shows temáticos. Y eso es terrible”, recordó Koy recientemente.
La segregación de comediantes podría sonar rara y ofensiva en el mundo de hoy, pero ese racismo subyacente “integrado” al circuito de clubes de comedia era aceptable a principios de los 2000, según Koy. Cómo pasó de ahí a ser un protegido de Netflix y tener un acuerdo con Steven Spielberg para una película es parte del trayecto profesional que Koy, de 49 años, narra en su nuevo libro de memorias.
“Mixed Plate: Chronicles of an All-American Combo”, a la venta el martes, es un compañero ideal para los monólogos de Koy con su humorísticas — y a veces dolorosas — historias detrás de algunos de sus chistes más populares. El libro muestra cómo su raza mixta terminó moldeando su tipo de comedia y su determinación a no renunciar a su sueño de la infancia.
“No trato de darme palmaditas en la espalda. Fue un camino largo”, dijo Koy. “Y cuando finalmente llegué a este punto en mi carrera, miré a mi mánager y le dije, ‘hombre, realmente me gustaría contarle a la gente esta lucha, lo duro que fue llegar hasta aquí’”.
Con la ayuda de un coescritor, Koy, cuyo verdadero nombre es Joseph Glenn Herbert, revela cómo luchó contra su identidad de raza mixta mientras crecía en Tacoma, Washington. No elude temas profundamente personales como un hermano mayor con esquizofrenia violenta y un padre que los abandonó cuando él tenía 12 años. (El libro también documenta su reconciliación).
“Siempre he sido abierto y le he permitido a la gente entrar a mi vida”, dijo Koy. “Así que cuando dije que iba a escribir un libro, claro que iba a contarles todo. De otro modo no iban a conocer realmente la historia de cómo llegué hasta aquí”.
Koy, quien ha llenado estadios con sus espectáculos de comedia, quería hacer reír a la gente desde los 11 años. La escuela no era lo suyo y nunca estuvo interesado en ir a la universidad. Para él, ganar 5 dólares haciendo stand-up en noches abiertas para amateurs era más emocionante. Para los años 90, había seguido a su madre y padrastro a Las Vegas y comenzó a concursar en competencias de comedia y a presentarse en pequeños clubes. En 2001 decidió dar el gran paso a Los Ángeles.
El circuito de los clubes de comedia no fue exactamente abierto a su apariencia birracial.
“Llegué a Hollywood y ellos no tenían idea de qué era lo que estaban viendo, así de horrible como suena”, dijo Koy. ”‘¿Cuál es tu cuento? No entendemos. ¿Dónde te ponemos?’”
Koy aprovechaba cualquier oportunidad que le daban en clubes como The Improv y The Laugh Factory, incluyendo en las noches de tema étnico, mientras trabajaba hasta tres empleos de tiempo parcial. Para el 2003 también tenía que tomar en cuenta a su hijo recién nacido.
En el libro, recuerda que estaba presentándose en The Laugh Factory cuando una entonces desconocida Tiffany Haddish cuidaba de su hijo.
“Teníamos este pequeño lazo, tú sabes, que los dos habíamos tenido dificultades”, dijo Koy. “Adoro a Tiffany, que ella estuvo ahí durante el proceso. Sigue en mi vida hasta el día de hoy, lo cual es aún más maravilloso”.
Ver a su hijo pequeño jugando con su madre llevó a Koy a pensar que la vida familiar serviría de leña para sus chistes. Imitar el acento y los gestos de su mamá ahora es clásico de Koy, quien inicialmente dudó hacerlo por temor a ser etiquetado como “el cómico filipino”. Pero el público parecía identificarse con las anécdotas de su madre.
“Ahí fue cuando supe. Me dije, ‘Oh, tengo algo bueno aquí. Ahora sé cómo hacerlo’”, dijo.
Sus raíces filipinas brillan con fuerza en el libro. Koy podría ser el primer cómico con un libro de memorias que en parte es libro de recetas. Incluye instrucciones para hacer platillos filipinos como lumpias y adobo de pollo. Y él quiere seguir siendo “un embajador para la comida” y la cultura filipina.
Con tres especiales de comedia en Netflix en los últimos cuatro años, incluyendo uno filmado en Manila, Koy dijo que la gente muchas veces piensa que el servicio de streaming lo descubrió. Pero como en otros momentos en su vida, la compañía lo había rechazado en 2017.
Decidido a darles una razón para decirle que sí, Koy produjo su propio especial. Alquiló un teatro en Seattle y le pagó a un equipo profesional para que lo filmara. El producto final bastó para obtener una oferta de Netflix.
Desde entonces, Koy se ha vuelto un comediante solicitado. Con amplia experiencia en pantalla, incluso como panelista en el antiguo programa de tertulia de Chelsea Handler, “Chelsea Lately”, parece estar a un paso del estrellato.
Uno de sus especiales en Netflix llamó la atención de Spielberg. La compañía productora del director, Amblin Entertainment, está produciendo un filme que podría llevar la carrera de Koy a otro nivel, “Easter Sunday”. Basada en las propias experiencias del humorista, la cinta de comedia sigue a una familia reunida para el Domingo de Pascua.
Aun con todas estas oportunidades, su madre a veces le pregunta si dejaría la comedia por un trabajo regular “con beneficios”.
“No pienso retirarme. Moriré en el escenario”, dijo Koy. “Eso es algo difícil de explicarle a un padre inmigrante. Ellos no entienden eso. ¿Pero sabes qué? Todos lo estamos disfrutando”.
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Terry Tang está en Twitter como https://twitter.com/ttangAP.