Demócratas enfrentan opciones difíciles sobre inmigración
WASHINGTON (AP) — Los demócratas que fustigaron las políticas de inmigración del gobierno de Donald Trump están ahora en una posición difícil.
El gobierno de Joe Biden está respondiendo a una oleada de niños cruzando la frontera desde México con algunas de las mismas tácticas que indignaron los demócratas cuando el entonces presidente Trump las adoptó. Eso incluye albergar a los menores en centros de detención improvisados, y los republicanos dicen que los demócratas son ahora quienes “meten a niños en jaulas”.
El momento deja a muchos demócratas con pocas opciones buenas. No existe mucho deseo de condenar al presidente Joe Biden en los mismos términos que a Trump. Después de todo, Biden está presionando por una reforma de inmigración exhaustiva que incluye objetivos importantes como una vía de naturalización para millones y ha hablado de la necesidad de tratar con compasión a quienes ingresan a Estados Unidos.
Pero al adoptar una postura más suave, los demócratas y activistas de inmigración se arriesgan a ser calificados de hipócritas por los republicanos.
“Yo he optado por no dejar que mis sentimientos influyan sobre cómo es que aún existen esos centros de detención instalados por este gobierno porque eso me enfurece mucho”, dijo Amanda Elise Salas, una operadora política demócrata en el área de Rio Grande Valley, en Texas, que trabajó para la campaña presidencial de Biden.
Salas dijo que entiende “que el cambio es gradual” y que los demócratas no tienen suficientes escaños en el Congreso para hacer de la agenda de Biden una realidad inmediata. Pero añadió: “No tiene sentido alguno que no estemos mirando este asunto en una forma radical”.
Trump amplió y fortificó los muros fronterizos al tiempo que promovía una política de “tolerancia cero” que dificultó más solicitar asilo en Estados Unidos e incluso separó a padres inmigrantes de sus hijos.
Biden ha usado decretos presidenciales para comenzar a anular gran parte de esas políticas, pero el plan radical que anunció en su primer día en la Casa Blanca para reformar el sistema de inmigración se ha estancado en el Congreso. En lugar de ello, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el jueves dos proyectos de ley de menor magnitud que ofrecen un proceso para obtener la ciudadanía estadounidense para los inmigrantes traídos ilegalmente de niños al país y extender el estatus legal para los trabajadores agrarios y sus familias.