Israel: Acusan de abuso sexual a jefe de rescates
JERUSALÉN (AP) — Durante décadas, Yeshuda Mshi-Zahav fue uno de los rostros más reconocibles en Israel, ampliamente respetado por haber fundado un servicio ultraortodoxo de rescates que asistió a víctimas de ataques palestinos y zanjó la brecha entre israelíes seculares y religiosos.
Pero en días recientes, Meshi-Zahav ha enfrentado numerosas acusaciones de que cometió abusos sexuales contra mujeres, hombres y niños.
El escándalo básicamente ha destruido la reputación de un hombre que apenas hace semanas recibió el Premio Israel, el mayor honor civil del país. Arrojó luz además sobre el azote del abuso sexual en el aislado mundo de la comunidad ultraortodoxa de Israel.
“En el caso de los ultraortodoxos en particular, hay un fuerte código de silencio”, dijo Manny Waks, defensor de las víctimas de abusos sexuales en comunidades judías y sobreviviente de abusos en su Australia natal.
“Existe una mentalidad de comunidad cerrada, nosotros contra ellos. Todo eso junto es una receta para desastres, en particular en el contexto de abuso sexual de menores”, dijo.
Aunque Meshi-Zahav ha negado las acusaciones, sus acusadores han narrado experiencias similares. Dicen que Meshi-Zahav aprovechó su prominencia pública para abusar y explotar sexualmente a mujeres, niños y niñas y que la comunidad ultraortodoxa lo protegió con un muro de silencio.
Una víctima identificada como “N” le dijo al diario Yediot Ahronot que conoció a Meshi-Zahav en 1996 cuando tenía 16 años, 20 menos que Meshi-Zahav.
“Todas las personas cercanas a él en esos años saben que yo era su niño acompañante. Me volví un prostituto, en el pleno sentido de la palabra”, narró el denunciante.
Meshi-Zahav fue miembro de una secta radical ultraortodoxa que se oponía a la existencia de Israel, diciendo que el estado judío solamente podía ser establecido tras el arribo del Mesías. Sus posiciones cambiaron tras el ataque devastador contra un autobús en 1989 que mató a 16 personas cerca de Jerusalén.
Meshi-Zahav se sumó a los voluntarios que ayudaron a recoger los restos de las víctimas de acuerdo con las tradiciones judías. Ha dicho que la experiencia le enseñó que el dolor de todos es el mismo.
Esos esfuerzos llevaron a la formación de Zaka en 1995, cuyos voluntarios ayudaron a identificar las víctimas de desastres y ataques suicidas y recogieron los restos para entierros judíos. El grupo ganó amplio reconocimiento en Israel y Meshi-Zaka se volvió un símbolo de moderación en el país.
Este mes, Meshi-Zahav, de 61 años, recibió el Premio Israel de Logros de una Vida.
Ese reconocimiento parece haber sido la chispa que llevó a sus acusadores a hablar tras años de silencio, comenzando con seis víctimas que el jueves pasado detallaron abusos en conversaciones con el diario Haaretz.