Brasil se pregunta el paradero de su mascota de vacunación
RÍO DE JANEIRO (AP) — Abundaron los rumores y las teorías de conspiración esta semana con relación al paradero de Zé Gotinha, la mascota del programa de vacunación de Brasil.
El clamor por lo sucedido a Zé Gotinha comenzó el miércoles, cuando el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva hizo notar su reciente ausencia.
“¿Dónde está nuestro querido Zé Gotinha?”, preguntó Lula durante un discurso en el que criticó la forma en que el presidente Jair Bolsonaro ha manejado la pandemia.
Zé Gotinha, cuyo nombre podría traducirse como "Pepe Gotita", es un personaje de color blanco, cabeza en forma de gota y una cruz azul en el pecho. Fue creado en la década de 1980 para ayudar al Ministerio de Salud a promover la vacunación contra el virus de la polio y tranquilizar a los niños.
“Los anuncios acerca de las vacunas habían sido muy pesados. Estaban vinculados con algo terrible, trágico, amenazador para la vida", dijo Carla Domingues, excoordinadora del programa nacional de vacunación entre 2011 y 2019, a The Associated Press.
Gotinha cambió eso y, debido a su éxito, desde entonces se presenta regularmente para advertir sobre la importancia de prevenir el sarampión, la tuberculosis, la tosferina, la difteria y, recientemente el COVID-19.
Pero la última vez que se vio públicamente a Gotinha en una ceremonia en Brasilia fue el 16 de diciembre, lanzando el programa nacional de vacunación. El personaje, muy querido por los niños, rechazó el intento de Bolsonaro de estrecharle la mano, para hacer énfasis en la importancia de la distancia social.
Lula, un izquierdista que es rival de Bolsonaro, dio su propia teoría acerca de lo que le ocurrió a Gotinha: “Bolsonaro lo despidió, porque pensó que era del Partido de los Trabajadores".
Una teoría es que los servicios publicitarios de la mascota podrían no ser necesarios en este momento, pues Brasil está utilizando sus dosis limitadas de vacunas para inocular a los ancianos y a la gente de grupos prioritarios, y aún no a los niños.
Muchos en las redes sociales están haciendo conjeturas sobre lo que le ocurrió a Gotinha. Una persona habló del drama de que el personaje esté desempleado. Otra reinterpretó un típico afiche de un niño desaparecido, colocándole la imagen de la mascota y el pie de foto: “desaparecido”.
“Vitoreando por la rápida recuperación de Zé Gotinha. Sólo este héroe nos puede salvar", dijo un usuario de Twitter que especuló que el personaje podría estar recuperándose de alguna enfermedad.
Desde que las vacunas contra el coronavirus comenzaron a aplicarse en Brasil, Bolsonaro ha planteado dudas sobre su efectividad. Recientemente ya no ha dado muestras de ese escepticismo, pero sigue afirmando que fármacos como la hidroxicloroquina pueden ayudar a prevenir la hospitalización, aunque no han mostrado beneficios en estudios rigurosos.
Debido a los disminuidos suministros y a la lenta distribución, un poco menos del 5% de los brasileños han recibido al menos una dosis de la vacuna hasta ahora, según el Consejo Nacional de Secretarios de Salud de Brasil. Pero 79% de los habitantes desean ser vacunados, según un sondeo que la encuestadora Datafolha publicó el 23 de enero. Representa un incremento de 6 puntos porcentuales con respecto al sondeo previo efectuado en diciembre.
El viernes apareció un dibujo de Gotinha en la cuenta en redes sociales de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente y legislador federal. La mascota aparecía sosteniendo una jeringa con forma de fusil de asalto. “Nuestra arma es la vacuna”, escribió el legislador.
El creador de Gotinha, el artista Darlan Rosa, se mostró consternado.
“(Gotinha) fue concebido como un personaje educativo. Un arma no tiene nada de educativo", le dijo Rosa al periódico Folha de S.Paulo. Carlos Latuff, otro dibujante, dibujó a Gotinha rompiendo un fusil con su rodilla.
Domingues, la excoordinadora del programa de vacunación, dijo que Gotinha era una parte integral del plan de inoculación.
“Gotinha fue pensado para hacer que la vacunación fuera un día de fiesta para los niños y fue un gran éxito", señaló Domingues. “Él fue una de las principales personas responsables de un cambio de perspectiva en torno a la inmunización".