Sondeo: personas no blancas sufren más la carga de pandemia
NUEVA YORK (AP) — Hace un año, la vida de Elvia Banuelos iba bien. Con 39 años y dos hijos, dijo que se sentía confiada sobre su nuevo empleo administrativo con el Buró del Censo de Estados Unidos: iba a ganar dinero para suplementar la manutención infantil que ella recibe para mantener a sus hijos saludables, felices y en la guardería.
Sin embargo, cuando estalló la pandemia de coronavirus en marzo de 2020, forzando a centenares de millones de personas a encierros estrictos, el panorama cambió para Banuelos. Cancelaron el nuevo empleo, suspendieron los pagos de manutención infantil por pérdida de empleo y ella tuvo que quedarse en casa con sus hijos al cerrar la guardería.
“Lo único que pude hacer fue cubrir el alquiler, todo lo demás fue difícil”, dijo Banuelos, una residente de Oakland, California.
Millones de estadounidenses han sufrido un saldo devastador durante el año de la pandemia, desde la pérdida de empleos hasta la muerte de seres queridos. Más de 530.000 personas han muerto en Estados Unidos. Esas muertes no han afectado a toda la población de forma igual; las comunidades no blancas han sido especialmente azotadas por el virus y sus secuelas económicas.
Un nuevo sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research muestra que comparado con los blancos, los estadounidenses negros e hispanos sufrieron más pérdidas de empleo y de otros ingresos durante la pandemia y aquellos que han perdido ingresos se encontraron más hundidos en fosos financieros profundos.
Asimismo, más estadounidenses negros e hispanos han perdido a un ser querido por COVID-19 y menos se han vacunado. La pandemia ha matado a personas negras e hispanas en forma desproporcionada con su población en el país, de acuerdo con los datos más recientes de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Banuelos, que se identifica como latina, dijo que la disparidad en forma de vida “entre la clase alta y quienes están en una situación más apretada” se volvieron más claras para ella en la pandemia. Incluso después de dos rondas de cheques de estímulo federal, ella sintió que esa disparidad había aumentado.
El socorro “no duró tanto”, dijo.
En general, el 62% de los hispanos y 54% de la población negra han perdido alguna forma de ingreso durante la pandemia, sean empleos, recortes de paga y horarios, licencia sin sueldo, comparado con 45% de los blancos.
Para otros grupos raciales y étnicos, incluso asiáticos e indígenas, los números son demasiado pequeños para ser analizados en el sondeo AP-NORC.
Jeremy Shouse, gerente de un restaurante en Carolina del Norte, dijo que su horario fue marcadamente reducido en los primeros meses de la pandemia cuando el pequeño negocio tuvo que cerrar sus puertas. Shouse, un hombre negro de 33 años, dijo que el restaurante reabrió de nuevo, pero pasó de ganar más de 5.000 dólares al día antes de la pandemia a apenas 200 en algunos días.
“Un año después y las cosas no son las mismas”, dijo Shouse, que añadió que su salario ha bajado 20%.
Aproximadamente 6 de cada 10 hispanos y la mitad de los estadounidenses negros dicen que sus hogares aún sufren los impactos de la pérdida de ingresos causada por la pandemia, comparado con aproximadamente 4 de cada 10 blancos. El impacto además tiende a haber sido mayor.
“Encontramos que el racismo sistémico tiene un enorme papel en ese proceso”, dijo Rashawn Ray, socio de estudios de gobernanza en el Brookings Institute y coautor de un reporte reciente sobre disparidades raciales y la pandemia en Detroit. “Pienso que lo que vamos a ver una vez se asienten las cosas es que la brecha financiera racial ha aumentado”.
Desde hace mucho tiempo han existido disparidades raciales en la forma en que los estadounidenses experimentan bajas y recesiones. Sin embargo, luego de una recuperación de la Gran Recesión y bien entrada el gobierno de Donald Trump, la brecha de desempleo entre negros y blancos se redujo, gracias al fuerte crecimiento de empleos y de la actividad económica, pero un análisis reciente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York concluyó que una brecha que había bajado a 3% subió a 5,4% en agosto, borrando parte de las ganancias logradas en la recuperación.
El sondeo AP-NORC encuentra además que los hispanos tienden a pensar que les va a tomar un largo tiempo salir del hoyo financiero. Aproximadamente la mitad de los hispanos dicen que se siguen sintiendo los efectos de la pérdida de ingresos y que tomará al menos seis meses para recuperarse financieramente. Una tercera parte de los negros estadounidenses dicen lo mismo, comparado con una cuarta parte de los blancos.
Cuarenta y un por ciento de los hispanos dicen que los ingresos actuales de sus hogares son menores que al inicio de la pandemia, comparado con 29% de los negros estadounidenses y 25% de los blancos.
Y aproximadamente 4 de cada 10 negros e hispanos no han podido pagar una cuenta en el último mes, comparado con 2 de cada 10 blancos.
Para las personas no blancas, el trauma sufrido debido a la crisis económica ha sido agravado por inmensas pérdidas personales. Aproximadamente 30% de los negros y los hispanos dicen que han perdido a un familiar o amigo cercano muerto por COVID-19 desde marzo, comparado con 15% de los blancos.
Debra Fraser-Howze, fundadora de Choose Healthy Life, una iniciativa que trabaja para responder a las disparidades raciales en salud pública a través de la iglesia negra, dijo que se siente confiada en la capacidad de la comunidad negra para recuperarse económica y médicamente.
“La situación económica de emergencia en la comunidad es funesta”, dijo Fraser-Howze, “y va a ser peor por mucho tiempo, pero somos una comunidad de sobrevivientes, pasamos por la esclavitud y Jim Crow (la segregación). Hemos aprendido cómo seguir vivos. Yo creo y tengo fe en que nuestra comunidad se va a recuperar”.
___
Swanson reportó desde Washington. Morrison reportó desde Nueva York y Stafford desde Detroit.
El sondeo AP-NORC de 1.434 adultos fue conducido del 25 de febrero al 1 de marzo usando una muestra del AmeriSpeak Panel, de NORC, creado para ser representativo de la población estadounidense. El margen de error fue de más/menos 3,4 puntos porcentuales.