Ecuador protesta por expresiones de presidente argentino
QUITO (AP) — Ecuador expresó el miércoles por vía diplomática una enérgica protesta ante las recientes declaraciones del presidente argentino Alberto Fernández contra su colega Lenín Moreno.
El martes, en el canal de noticias argentino CN5, Fernández dijo que "no soy Lenín Moreno, el que lo imagina no me conoce, yo puedo tener diferencias con Cristina (Fernández, su vicepresidenta), las tengo, no es que las tuve, las tengo. Tenemos miradas distintas en muchas cosas o en algunas, no sé si en muchas, pero yo acá llegué con Cristina y de acá me voy con Cristina”.
Los dichos hacían referencia a la ruptura que se produjo entre Moreno y su entonces vicepresidente Jorge Glas, quien se encuentra en prisión condenado por corrupción.
En una nota, la cancillería dijo que “rechaza enfáticamente las expresiones utilizadas por el presidente Fernández y las considera una inaceptable intervención en los asuntos internos de otro Estado” al tiempo que añadió que Ecuador “no acepta que se realicen comparaciones insultantes para con el presidente (Moreno)".
Recordó que en Ecuador hay absoluta independencia y autonomía de los poderes del Estado "y el trabajo que viene realizando en la lucha contra la corrupción tiene el único propósito de devolver el Estado de derecho y la libertad de acción al Poder Judicial ecuatoriano”.
Glas se desempeñó como vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y se mantuvo en el cargo con Moreno, aunque poco antes de cumplir ocho meses fue destituido en enero de 2018 en medio de acusaciones de ser parte de una compleja trama de corrupción, por las que finalmente fue condenado. Correa también ha sido condenado a ocho años de prisión por corrupción pero se mantiene prófugo de la justicia. El exmandatario reside actualmente en Bélgica.
Por su parte, la actual vicepresidenta argentina y exmandataria (2007-2015) está procesada o afronta juicios, entre otras cosas, por presuntamente haber direccionado obras viales para favorecer a un empresario, por supuesto lavado de activos a través del alquiler de habitaciones de uno de sus hoteles y por presuntamente haber encabezado un esquema de recaudación de sobornos de empresarios que hacían negocios con el Estado.
También irá a juicio oral por un supuesto pacto con Irán para garantizar la impunidad de varios exfuncionarios de ese país acusados de ser los autores materiales del atentado en 1994 contra la asociación judía AMIA, en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas.