Propietarios de bares y sexoservidores protestan en Holanda
ROTTERDAM, Holanda (AP) — Los propietarios de bares y trabajadores sexuales en Holanda protestaron el martes contra algunas de las medidas ordenadas por la pandemia, en medio de una creciente fatiga por el confinamiento, no sólo en el país sino en toda la Unión Europea, donde 531.000 personas han muerto por el coronavirus.
Los propietarios de algunos bares, restaurantes y cafeterías reabrieron simbólicamente sus terrazas al aire libre en protesta contra las medidas ordenadas por el gobierno, que han mantenido cerrados sus negocios desde mediados de octubre.
Uno de los dueños, Peter Bender, instaló una mesa al aire libre en el bar De Ooievaar, en el histórico barrio Delfshaven de Rotterdam, donde colocó una taza de café y un pedazo de tarta de manzana. En las sillas colocó maniquíes blancos inflables vestidos con camisetas, pelucas y grandes narices rojas.
Los comercios que violen las medidas y acepten comensales se arriesgan a pagar una multa de 4.000 euros (4.800 dólares). Algunos comercios en una aldea del este del país abrieron brevemente por la mañana.
Los dueños de los bares insisten en que pueden reabrir sus terrazas de manera segura imponiendo medidas de distanciamiento social e higiene. Han tomado acción en parte luego de que se han visto grandes multitudes de personas apiñadas en los parques de la ciudad, mientras disfrutan de un tiempo inusualmente cálido e ignoran en gran medida las medidas de distanciamiento social.
Las autoridades de Ámsterdam han restringido repetidamente el acceso a uno de los principales parques de la ciudad debido al hacinamiento.
Por su parte, los trabajadores sexuales participaron en una manifestación fuera del Parlamento, donde se quejaron de que el gobierno los discrimina, mientras permite que otras “profesiones de contacto” empiecen a recibir clientes desde el miércoles por la mañana.
“También tenemos que pagar el alquiler como cualquier otra persona que trabaja. Entonces, ¿por qué todos pueden trabajar excepto nosotros?”, dijo una trabajadora sexual de Arnhem que se identificó como Melissa.