Se agilizan cruces de solicitantes de asilo de México a EEUU
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Estados Unidos y agencias de la ONU agilizaron el viernes el cruce en la frontera de solicitantes de asilo que habían sido devueltos a México para aguardar su proceso, al tiempo que grupos activistas exhortaron a proteger a los miles que siguen esperando en algunas de las ciudades fronterizas más peligrosas del territorio mexicano.
A una semana de que se iniciara el procesamiento desde Tijuana de los primeros migrantes acogidos al programa que solía conocerse como “Quédate en México”, en grupos de unos 25 al día, el viernes se iniciaron los cruces en una cantidad similar desde Ciudad Juárez a El Paso y se incrementó el ritmo de los cruces por Matamoros, fronterizo con Brownsville.
El campamento levantado hace dos años a orillas del río Bravo en esta última ciudad, y donde permanecían unas 750 personas, es considerado una prioridad por el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden. Y la muestra es que en el segundo día en que los migrantes estuvieron saliendo de él cruzaron a Brownsville cien personas, según datos de la Organización Mundial para las Migraciones. Se prevé que las operaciones continúen el fin de semana y, de seguir a ese ritmo, en 7 días el campamento podría quedar vacío.
Por su parte, el canciller mexicano Marcelo Ebrard sostuvo una reunión virtual el viernes con el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, conversación previa a una cita, también virtual, el lunes entre los presidentes de ambos países.
Según un comunicado de la cancillería mexicana, los secretarios hablaron sobre mecanismos de cooperación para “atender las causas estructurales de la migración en la región”, entre otros temas.
Se está trabajando en desmantelar el campamento irregular de Matamoros, pero Médicos Sin Fronteras, una organización no gubernamental presente desde Centroamérica a la frontera estadounidense, advirtió que hay lugares donde los migrantes corren mucho más peligro.
La gran mayoría de los 25.000 solicitantes de asilo con casos abiertos del programa ideado por el expresidente Donald Trump para contener la inmigración, y que ahora está siendo revertido por Biden, todavía deberán pasar semanas o meses en zonas muy violentas en México y con menos redes de apoyo, porque muchos albergues cerraron durante la pandemia.
Por eso, Sergio Martínez, responsable de MSF en México, hizo el viernes una exhortación a ambos gobiernos para que no se olviden de proteger a esos migrantes, ya que la violencia contra ellos se ha incrementado en lugares como Piedras Negras, en el estado de Coahuila, o Nuevo Laredo, en Tamaulipas.
“Lo que queremos hacer desde MSF es empujar al gobierno mexicano a que tome las medidas necesarias para proteger a esta población, que son su responsabilidad mientras estén en territorio mexicano”, y que Estados Unidos colabore, puesto que fue el país que generó esta situación, indicó Martínez en entrevista con la AP.
En septiembre y octubre, antes de la pandemia, MSF había registrado que en lugares como Nuevo Laredo tres de cada cuatro migrantes que pasaban por su consulta habían sufrido secuestro en los diez días previos. Ahora existen todavía menos condiciones para protegerles porque algunas autoridades locales no permiten que los albergues abran sus puertas, como es el caso de Piedras Negras.
Matamoros “es una gota en un océano, es la punta del iceberg, y lo que más nos preocupa realmente son aquellos otros puntos de la frontera que no tienen ni siquiera la protección de la atención mediática”, y donde el crimen organizado sigue cebándose con los migrantes, agregó Martínez.