México: Población de la mariposa monarca disminuye 26%
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El número de mariposas monarca que arribaron a sus zonas de hibernación en el centro de México disminuyó aproximadamente 26% esta temporada, y en comparación con 2019 se perdieron cuatro veces más árboles por la tala ilegal, la sequía y otras causas, por lo que el año pasado fue negativo para la especie.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) informó que la población de la mariposa monarca apenas cubrió 2,1 hectáreas (5,2 acres) en 2020, respecto a las 2,8 hectáreas (6,9 acres) del año previo y aproximadamente un tercio de las 6,05 hectáreas (14,95 acres) detectadas en 2018.
Debido a que las mariposas monarca se aglomeran en los pinos y los abetos, es más fácil contarlas por el área que ocupan que de manera individual.
Gloria Tavera, directora regional de la CONANP, señalo que la caída se debía a las “condiciones climáticas extremas”, a la pérdida del hábitat del algodoncillo en Estados Unidos y Canadá, del que depende la mariposa monarca, y a la deforestación en las zonas de hibernación de las mariposas en México.
La tala ilegal en dichas zonas aumentó a cerca de 13,4 hectáreas (33 acres), un enorme incremento con respecto al 0,43 de hectárea (1 acre) que se perdió por esa práctica el año pasado.
Jorge Rickards, del grupo ambiental WWF, reconoció que la pérdida de árboles es un revés, pero señaló que “la tala está muy localizada” en tres o cuatro de las comunidades montañosas que conforman la reserva de la mariposa monarca.
Además, los vendavales, las sequías y el derribo de árboles atacados por el escarabajo del pino o enfermedades, provocaron la pérdida de otras 6,9 hectáreas (17 acres) en la reserva, elevando la pérdida total de bosque a 20,65 hectáreas (51 acres) en 2020. Eso en comparación con la pérdida total de unas 5 hectáreas (12,3 acres) por todas las causas el año anterior.
Tavera señaló que la sequía estaba afectando a las mariposas, así como a los pinos y abetos en los que se aglomeran para mantenerse calientes.
“La gran sequía que tenemos está teniendo afectaciones”, comentó Tavera. “Hay estrés hídrico en todos los bosques… el bosque está seco”.
“Las mariposas están bajando a tomar agua a las casas, a las zonas bajas”, apuntó.
Tavera también expresó inquietudes sobre las fuertes tormentas invernales que azotaron Texas, un estado que las mariposas tendrán que cruzar — y alimentarse y poner sus huevos — en su regreso a los sitios del norte donde pasan el verano en los próximos meses.
“Este es un motivo de preocupación”, dijo Tavera, refiriéndose a si la mariposa monarca encontrará suficiente alimento y hábitat luego de las tormentas invernales.
Fue también un mal año para las comunidades agrícolas de montaña que obtienen parte de sus ingresos de los turistas que visitan las reservas. A causa de la pandemia de coronavirus, las visitas cayeron de 490.000 el año pasado a unas 80.000 en la temporada de 2020-2021.
De momento no está claro si la caída en el turismo contribuyó al aumento de la tala. Rickards señaló que desde hace tiempo hay gente que ejerce presión sobre los bosques del área porque quiere sembrar cultivos.
Felipe Martínez Meza, director de la reserva de la mariposa monarca, dijo que ha habido intentos de plantar huertos de aguacate, un cultivo sumamente rentable para los agricultores de la región, en las zonas de amortiguamiento alrededor de la reserva.
Las altas cumbres de las montañas donde las mariposas se aglomeran en los árboles probablemente están un poco por encima de la altitud más favorable para los árboles de aguacate, señaló Martínez Meza. Pero las zonas de amortiguamiento brindan protección y apoyo a las áreas más altas, y Martínez Meza señaló que se debe hacer más para combatir el cambio en el uso de la tierra.
Millones de mariposas monarca migran de Estados Unidos y Canada cada año a los bosques ubicados al oeste de la capital mexicana. En la temporada de 2013-2014, la población de la mariposa monarca apenas cubrió 0,67 de hectárea (1,66 acres), la menor área registrada hasta la fecha.
La pérdida de hábitat —particularmente del algodoncillo donde las mariposas ponen sus huevos_, el uso de pesticidas y herbicidas, así como el cambio climático, representan una amenaza a la migración de la especie.
Si bien hubo muchas malas noticias para las mariposas —muy pocas se presentaron en algunas zonas donde suelen hibernar como la Sierra Chincua_, se dio a conocer el descubrimiento de una nueva zona de hibernación en las cercanías, en la cima de una montaña en las inmediaciones del área protegida de Lagunas de Zempoala, cerca de la Ciudad de México.
Tavera señaló que la zona de hibernación siempre ha estado ahí, pero acceder a ella era tan complicado que no fue descubierta sino hasta hace unas semanas.