Gobierno colombiano señala al ELN por atentado a militares
BUCARAMANGA, Colombia (AP) — Dos soldados murieron y once más resultaron heridos tras la explosión de un artefacto mientras se movilizaban por las carreteras de la zona rural de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, confirmó el miércoles el gobierno colombiano.
Las dos víctimas fatales fueron identificadas como Danilo Osorio y Manuel Cárcamo, ambos soldados profesionales. Por su parte, los militares heridos fueron trasladados a un hospital en Cúcuta y dos de ellos se encuentran en estado crítico, informó el Ejército.
El ministro de Defensa, Diego Molano, señaló a la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) como responsable del atentado ocurrido en la noche del martes, el cual calificó de “vil y cobarde” contra los “héroes de la patria”.
El general Marcos Pinto, comandante de la Segunda División del Ejército, explicó ante la prensa que según información de inteligencia, el responsable del atentado sería el frente Juan Fernando Porras Martínez del ELN, que opera en la zona. El ELN no se ha pronunciado sobre su responsabilidad en el atentado.
“Es un movimiento de un convoy con cuatro vehículos, al último vehículo le activan un campo minado o un cilindro y hace que el vehículo se voltee (...) La zona está controlada, hay más tropa y se está tratando de dar con el paradero de estos bandidos”, añadió Pinto.
En la mañana del miércoles fue destruido de manera controlada otro artefacto explosivo en el mismo lugar donde fueron atacados los soldados la noche anterior.
Los militares se encontraban “en operaciones que venía desarrollando nuestro Ejército en conjunto por la Policía de erradicación (de cultivos ilícitos) y de presencia en una zona afectada particularmente por el ELN”, dijo en una declaración oficial el ministro de Defensa.
El Catatumbo es una zona históricamente afectada por el cultivo de coca y la disputa de los actores armados por el control territorial. Allí se concentran 41.700 hectáreas de cultivos ilícitos, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en su informe de 2019.
Según las cifras del gobierno colombiano, en 2020 se erradicaron 130.000 hectáreas de coca manualmente, la cifra más alta de la última década. En esas labores murieron 25 miembros de la fuerza pública víctimas de hostigamientos.