Quiéralo o no, Rush Limbaugh revolucionó radio y TV de EEUU
NUEVA YORK (AP) — No hacía falta escuchar ni disfrutar a Rush Limbaugh para verse afectado por lo que hizo.
Antes de su llegada no habia comentaristas radiales conservadores. Sin Limbaugh, cuesta imaginarse la existencia del canal de noticias de tendencia derechista Fox News Channel, la llegada de Donald Trump a la presidencia ni la proliferación de gritones de todo tipo que reflejan, y refuerzan, el estado de parálisis política de Estados Unidos.
“Fue la figura de los medios de prensa más importante de las últimas cuatro décadas”, sostuvo Ian Reifowitz, profesor de estudios históricos de la Universidad Estatal de Nueva York y autor de “The Tribalization of Politics: How Rush Limbaugh’s Race-Baiting Rhetoric on the Obama Presidency Paved the Way for Trump” (La tribalización de la política: Cómo la retórica racista de Rush Limbaugh durante la presidencia de Obama despejó el camino de Trump).
Reinfowitz no es precisamente un admirador de Limbaugh, a quien acusa de haber impulsado visiones de la política basadas en la identidad blanca y dividido el país en tribus de difícil coexistencia.
El fallecimiento de Limbaugh hizo que Trump llamase a Fox News Channel para dar la primera entrevista televisiva que ofreció desde que dejó la presidencia. Y llamó dos veces.
El exvicepresidente Mike Pence declaró a Fox que el ejemplo de Limbaugh hizo que él mismo fuese comentarista radial, una actividad que lanzó su carrera política. La exsecretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany recordó que de niña acompañaba a su padre en su camioneta y escuchaban el programa de Limbaugh.
“Soy la definición de un ‘bebé de Rush’, y no soy la única”, expresó McEnany en Twitter. “Hay decenas de miles de nosotros en el movimiento conservador”.
Había comentaristas radiales de política antes de Limbaugh, gente como Jerry Williams en Boston y Barry Farber en Nueva York.
Pero los programas radiales políticos de tendencia conservadora despegaron cuando el programa de Limbaugh en WABC de Nueva York comenzó a ser escuchado en todo el país en 1988, según Michael Harrison, editor de la revista Talkers.
Limbaugh causó sensación entre quienes disfrutaban contradiciendo a los liberales con comentarios escandalosos para ese sector. Antes de Limbaugh había 30 o 40 estaciones radiales de programas de opinión, y no necesariamente políticos, de acuerdo con Harrison. Ahora hay miles.
Limbaugh siempre estuvo a la cabeza. Se calcula que lo escuchaban 15,5 millones de personas por semana y no lideró los ratings radiales solo tres meses en tres décadas, indicó Harrison.
“No habría programas radiales de opinión como los de hoy sin Rush Limbaugh”, afirmó Sean Hannity, estrella de Fox News Channel que tiene además 15 millones de escuchas en la radio. “E iría más lejos: Tal vez no existiría Fox News ni ninguna de estas cadenas de cable noticiosas tendenciosas”.
Rupert Murdoch y Roger Ailes lanzaron Fox News en 1996. MSNBC comenzó a funcionar el mismo año.
Antes de Limbaugh la política era un tema secundario, que generaba menos interés que el espectáculo.
“Voy a tratar de atraer la audiencia más grande posible y conservarla todo el tiempo que pueda para cobrar mucho por la publicidad”, declaró Limbaugh a Steve Kroft en “60 Minutos” en 1991. “Esto es un negocio”.
Pronto, sin embargo, pasó a ser mucho más que un líder empresarial. Los republicanos dicen que los ayudó a conseguir la mayoría en la Cámara de Representantes en 1994.
“Transformó no solo los medios de prensa sino también el Partido Republicano”, expresó Nicole Hemmer, autora de “Messengers of the Right: Conservative Media and the Transformation of American Politics” (Mensajeros de derecha: Los medios conservadores y la transformación de la política en Estados Unidos). “Llegó a ser una figura influyente, que podía movilizar votantes”.
El comentarista radial conservador Mark Levin describió a Limbaugh como “un tremendo patriota”. La expresión “patriota” adquirió un tono político desde que la usaron los miembros de la turba que tomó el Congreso el 6 de enero.
“Se negó a aceptar los ataques a este país desde adentro”, sostuvo Levin en Fox News. “Se negó a aceptar los cambios ideológicos en este país. Defendió las tradiciones del país. Y habló por decenas de millones de nosotros”.
El profesor Reifowitz opina que Limbaugh hizo que la gente empezase a “tenerle miedo a un cambio de color en el país”.
Algunas expresiones de Limbaugh fueron horribles. Inventó el término “feminazi”, describió a Chelsea Clinton (la hija de Bill y Hillary Clinton) como un “perro” cuando tenía 12 años y tuvo que ofrecer disculpas después de tildar a una joven de “mujerzuela” por pedir que los seguros médicos pagasen por los métodos anticonceptivos. Se burló de los muertos por el SIDA e hizo escuchar la canción “Barack the Magic Negro” (Barack el negro mágico) cuando Barack Obama fue elegido presidente.
El obituario del HuffPost dice en un titular que Limbaugh “saturó las ondas radiales de Estados Unidos con expresiones crueles, mentiras y teorías conspirativas”. The Root lo describe como “un repartidor de basura racista, llena de odio”.
El titular del obituario de Foxnews.como dice “El más grande de todos los tiempos”.
Limbaugh no apoyó a Trump de entrada, pero al poco tiempo se sumó a sus filas. El respaldo a Trump desconcertó a muchos al principio, pero “si hubieras estado escuchando a Rush Limbaugh por 20 años, todo lo que dice te resultaría muy familiar”, dijo Hemmer.
A medida que Limbaugh ganaba peso político, numerosos republicanos decidieron que no podían tenerlo de enemigo ni espantar a sus millones de escuchas, agregó.
“A muchos de sus escuchas no les interesaba si Rush Limbaugh se pasaba de la raya”, indicó Hemmer. “Su lealtad hacia él era más importante que cualquier principio”.
Las lecciones económicas de Limbaugh son evidentes todas las noches en Fox, CNN y MSNBC, las tres cadenas noticiosas más vistas de la televisión. No ofrecen noticias sin comentarios, son programas políticos.
Limbaugh pareció medir un poco sus palabras en los últimos tiempos, sobre todo después de plantear en diciembre que el país “se encamina a una secesión”.
Pero se mantuvo fiel a Trump hasta el final. Siendo todavía presidente, Trump le dio la Medalla Presidencial de la Libertad el año pasado.
Limbaugh apoyó las afirmaciones falsas de Trump de que le habían robado las elecciones y el 7 de enero comparó a la turba que el día previo había tomado el Congreso con los sublevados que desataron la guerra de la independencia a fines del 1700.