La policía de Myanmar toma represalias contra huelguistas
YANGÓN, Myanmar (AP) — Manifestantes contra el golpe militar en Myanmar regresaron el jueves a las calles tras una noche de intimidación armada de las fuerzas de seguridad en la segunda ciudad más grande del país.
La operación policial en un barrio de Mandalay donde viven trabajadores ferroviarios mostró que el conflicto entre manifestantes y el nuevo gobierno militar se está centrando cada vez más en los sectores e instituciones gubernamentales que sustentan la economía.
Los trabajadores ferroviarios estatales habían convocado una huelga el domingo, sumándose al Movimiento de Desobediencia Civil iniciado por trabajadores médicos, un grupo sin jerarquía estricta que es el pilar de la resistencia al golpe del 1 de febrero que destituyó al gobierno civil electo.
“Muchos trabajadores y ciudadanos de Myanmar creen que el MDC es muy eficaz para hacer que la junta fracase”, dijo un activista laboral que habló bajo condición de anonimato por su propia seguridad. “Por eso los empleados de salud, educación, transportes, diferentes departamentos del gobierno y bancos participan juntos en el MDC”.
La huelga ferroviaria ha recibido el apoyo de la población de a pie. Algunas personas se han colocado en las vías para evitar que circulen los trenes requisados por el Ejército.
Los esfuerzos de vecinos de Mandalay por cortar una línea ferroviaria el miércoles parecían haber desencadenado la represión policial de la noche.
Menos de una hora después de las 20:00, cuando comenzaba el toque de queda, se oyeron disparos mientras más de dos docenas de hombres con uniformes policiales, escudos y cascos marchaban en formación junto a las viviendas del personal ferroviario. Muchos videos difundidos en medios sociales mostraban destellos mientras se oían disparos. Algunos aparecían utilizando tirachinas y lanzando piedras a edificios. Se oían órdenes alternas de “izquierda, derecha, izquierda, derecha” junto a los gritos de “disparen, disparen”.
Varios reportes incluían fotos de personas con heridas pequeñas que atribuyeron a balas de goma. Había reportes no confirmados sobre varios trabajadores ferroviarios detenidos.
La junta ha dicho que tomó el poder -lo que incluyó impedir la formación del nuevo parlamento y detener a la líder electa del país, Aung San Suu Kyi- porque las elecciones de noviembre estuvieron marcadas por las irregularidades. Los mandos militares reemplazaron a la comisión electoral que reafirmó la amplia victoria del partido de Suu Kyi y anunciaron que celebrarían nuevas elecciones en un año.
El gobierno de Estados Unidos ha impuesto nuevas sanciones sobre Myanmar debido al golpe, mientras que Estados Unidos y otros gobiernos han pedido la restauración del gobierno de Suu Kyi.
Los que se oponen al golpe también han instado a las empresas extranjeras a cortar sus lazos con operaciones en Myanmar que creen benefician al Ejército.
Unas 200 personas se manifestaron el jueves cerca de Kanbauk, en el sur del país, ante instalaciones que forman parte de una red de gasoductos que transportan gas llegado del extranjero para exportarlo. Los inconformes se movieron entre las instalaciones de la francesa Total, la tailandesa PTTEP y la malasia Petronas y más tarde se unieron con otra protesta mayor contra el golpe en Kanbauk.
Las industrias como las perforaciones de gas y petróleo o la minería de jade son una fuente crucial de divisas para Myanmar. Activistas de derechos han instado a las empresas extranjeras en esos sectores a dejar de pagar al nuevo gobierno militar.
Las protestas callejeras continuaron en otras ciudades. En Yangón, algunos intentaron poner trabas a las fuerzas de seguridad abandonando autos en las calles. Pero pequeños grupos de hombres, incluidos varios con túnicas de monjes budistas, atacaron a varios vehículos y a sus vehículos, rompiendo algunos cristales.
Los tribunales se estaban convirtiendo en otro campo de batalla.
La televisión estatal anunció el miércoles que se habían presentado cargos contra varias personas del sector del entretenimiento, incluyendo actores y directores, que han apoyado públicamente a las protestas. Al parecer fueron acusados de animar a funcionarios a hacer huelga, en un reflejo de la preocupación de la junta por la creciente y generalizada participación de empleados públicos en las protestas.
Por la noche del miércoles se produjo un nuevo corte de internet durante varias horas, entre especulaciones de que el que gobierno está instalando un cortafuegos para controlar o bloquear la actividad en el ciberespacio.